Teme porque su hija se enamoró de un vicioso

Sálveme, por favor. Mi hija anda con un viejo de 45 años y está más enamorada que ocho. Ella tiene 25 y el tipo es un viejo bueno para el trago y un gastador empedernido.

Doctor Cariño:

Sálveme, por favor. Mi hija anda con un viejo de 45 años y está más enamorada que ocho. Ella tiene 25 y el tipo es un viejo bueno para el trago y un gastador empedernido. Dice que la quiere, que le va a dar todo lo que se merece económicamente, pero sé de buena fuente que le gusta la cocaína.

Mi hija es tranquila, que no tiene vicios y me asegura que a ese sujeto lo quiere para toda la vida. Claro, él le compró un auto cero kilómetros hace tres meses, han viajado al Caribe unas cinco veces y ahora él le prometió que se irían a vivir juntos a un departamento nuevo en el barrio alto. Mi hija lo adora, el hombre pareciera que sí. Pero a mí me molesta el entorno en el que se mueve. Soy la mamá y no puedo hacer nada con ella, parece.

María 

Doña María:

Más allá de la edad, que en estos tiempos importa un reverendo rábano, es importante que usted se junte con los dos a conversar. Agarre a su hija y al veterano, los sienta en el living y le lanza la piedra que realmente vale: la droga.

Usted está viejita para meterse en los sentimientos de su hija, pero es la mamá y por ende tiene el derecho a plantear el tema de la cocaína donde sea. Sí, yo me preocuparía más y hasta haría las averiguaciones para denunciar al caballerito. Uno nunca sabe el entorno de un hombre así. Y ella si reconoce el consumo de su pareja, inmediatamente está validando algo ilícito. Eso no es normal. Ella podría confiar en su madre si ésta le da la seguridad. Usted es la que debe actuar protagónicamente. 

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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