Loco por la chica de los queques

Doctor: Por la pandemia quedamos lejos con mi polola, pero como la carne es débil, hace poco que le eché el ojo a una chica de mi edificio que vende unos queques muy buenos. No sé qué hacer, a mi chica la quiero, pero esta me tiene vuelto loco.

Doctor Cariño:

Oiga, sé que usted está con más pega que experto del Minsal, pero de verdad que estoy dandole vueltas al asunto desde hace un rato. Por la pandemia, quedamos separados con mi polola. Ella es del sur y hace poco sacó el permiso de vacaciones para ir a ver a sus papás. Pero como hay cuarentena en su ciudad y acá en la capital, ella decidió quedarse allá un rato. Hablamos por Skype, pero no es lo mismo. Justo en estos días, conocí a una vecina del edificio; es una morena muy guapa, que vende queques, de los sanitos eso sí. Le paso comprando. Ya heché panza de tanto queque de zanahoria y rayadura de nuez. La verdad, ella me gusta; es cariñosa, tiene cuento y cuando nos vemos lo pasamos bien. Pero también extraño a mi polola en el sur. ¿Qué puedo hacer, doc?

Luciano

Lucianito:

Oiga, usted las tiene todas; fresco y bueno pa servirse entre comidas. Mire, lo suyo es simple: tiene que decidir, o le hace los puntos firmeza a la niña de los queques (podría convidar alguno), o espera a su princesa en el sur, que más que mal anda con los taitas, no como usted que harto malito lo ha pasado. Si quiere mantener la relación, dígale a la vecina que va a gastar la plata en otras cosas, y se va a derechito al computador a conversar con la doña. Pero si quiere lanzarse, sea caballero y hable con la patrona. Las cosas claras siempre, mijo.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA