Quiero portarme mal. Llevo 20 años casado, he sido fiel, he sido un buen padre y un excelente marido. Pero hace tres meses me cambié de pega y mis nuevos compañeros me abrieron el mundo.
Doctor Cariño:
Quiero portarme mal. Llevo 20 años casado, he sido fiel, he sido un buen padre y un excelente marido. Pero hace tres meses me cambié de pega y mis nuevos compañeros me abrieron el mundo. Conocí un cabaret, tomé cervezas y vino, fumé marihuana y me di cuenta de todo lo que me había perdido en la vida.
Siempre fui un sumiso, el primero del colegio, el niño estudioso, el fome, el amargo, y así encontré a mi esposa, a punta de buenas notas. Pero ahora me liberé con esta gente. Ellos me llevaron por un camino del libertinaje, lleno de mujeres desnudas, del alcohol y la alegría. Me gusta. ¿Me lo merezco?
Danny
Mi señor:
Claro que se lo merece. Pero para qué irse al chancho. No le voy a prohibir que vaya a un topless a ver como una hermosa mujer baila, pero para qué se va a envalentonar e invitarla a un motel. No le voy a prohibir que se tome un par de copas de vino, pero para qué cresta se va a zampar una garrafa de bigoteado hasta quedar inconsciente. No le voy a prohibir que se pegue una piteada para saber qué se siente al probar un cogollo, pero para qué va a quedar volado como chancho. En el fondo lo que le quiero decir es que se merece disfrutar de cosas ajenas a su vida en el pasado, pero si se va en la brígida puede perder hasta la familia y la dignidad. Cuídese, queremos que usted viva.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
