Me siento muy, pero muy mal. Estoy pololeando hace cuatro años con un hombre maravilloso. Pero no es romántico. Me cuida, me viste, me saca a pasear, lo quiero, pero le faltan detalles.
Doctor Cariño:
Me siento muy, pero muy mal. Estoy pololeando hace cuatro años con un hombre maravilloso. Pero no es romántico. Me cuida, me viste, me saca a pasear, lo quiero, pero le faltan detalles como tomar la mano, sorprenderme con cosas, llamarme y decirme frases de galán. Pero no, de verdad me ama, y opta igual por su seriedad en todo momento.
La semana pasada un compañero de trabajo me invitó a un café y me entregó un ramo de flores. Después de eso, me besó, lo besé, salimos y terminamos en un motel. Ahora estoy dividida, porque a mi pololo lo amo y a este otro tipo le tengo un afecto más sexual. Es complicado explicarlo, pero esta situación me tiene muy mal, pues no puedo cortar ninguna de estas dos relaciones.
Bárbara
Bárbara:
Es bárbaro, como su nombre, lo mal de lo que la está haciendo, mi reina. Está jugando a dos bandas. Con uno se siente enamorada y no le calienta la sopa. Y al otro le entrega la flor como si fuera una soltera sin compromiso. Más encima quiere pan y pedazo, y para ello se agarra a los dos señores como si no pasara nada en esta vida. Está muy mal y la obligo a definirse.
Creo que lo mejor es que hable con su pololo y cuéntele que le puso el gorro, porque se dio cuenta que la persona que ha estado años junto a usted no hace nada por conquistarla día a día y que tiene que cambiar. Al otro gallo dele la cortada nomás. Califas hay en todas partes. Trate de arreglar su situación de pareja, aunque será difícil, pues después de que le diga que le colocó los cuernos se va a ir lejitos. Suerte.
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