Nunca me imaginé que me iba a enamorar del amigo de mi hermano, que resultó ser un cabro de 20 años y yo tengo 33.
Doctor Cariño:
Nunca me imaginé que me iba a enamorar del amigo de mi hermano, que resultó ser un cabro de 20 años y yo tengo 33. Me separé hace dos años y mi hermano más chico se vino a Santiago a estudiar Derecho. Y ahí es que resultó esta cuestión que me tiene confundida. Un día mi "bro'' llegó con este cabro a estudiar y como a las dos de la mañana me sentí mal.
Mi hermano estaba durmiendo y el joven se preocupó ante mis quejidos y me fue a ver a la pieza. Algo me sedujo en él que se me pasó todo y terminé acostada y disfrutando como niña con el cuerpo esbelto de este galán. El asunto es que más allá de esa noche loca lo que siento por él es amor y el joven ni me infla. Mi hermanito no sabe nada y yo estoy completamente agarrada de este cabro chico, pero bueno.
Susana
Susanita:
Creo que lo que le sucedió a usted fue una locura de su dolencia, creo que tenía todo pensado para que el hombre estudiante se metiera a su pieza a agarrarla y dejarla con los ojos albos. Pero el error suyo es pasarse rollos con alguien que a futuro no lo va agarrar ni en bajada ni en subida tampoco. Este lolo anda en otra y lo menos que va a pensar será en una "vieja'' que le embarrará su futuro como estudiante libre.
A su hermano cuéntele como una anécdota, pero de seguro su amiguito ya le confirmó el pastelazo que se mandó. Los cabros no pelan el cable en ese aspecto, así que no será tanto drama para su hermano ni menos para el involucrado. Lo importante es que usted no comience con sus pensamientos enamoradizos, pues acá no pasará nada más de lo que ya sucedió.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
