Ventanita Sentimental

Estimado Doc:

La verdad es que no sé por dónde empezar, pero bueno, voy al grano. Soy una mujer de 28 años, trabajo, soy deportista y muy atractiva. Tengo pareja y un bebé. La verdad es que mi hombre no es la última chupada del mate, pero lo amo. El problema es que nuestra relación de 5 años se ha ido en puras peleas. No tenemos problemas maritales ni económicos, nada de eso, pero sí de convivencia.

De una semana estamos cinco días peleados. Usted entenderá que eso no es vida. Además es un hombre muy seco, poco tierno, poco cariñoso, poco demostrativo. La verdad es que siempre lo fue. Al principio no me importaba, porque es muy responsable, trabajador, dueño de casa y hacendoso. Pero, ¿sabe qué? Preferiría mil veces que no fuera ninguna de las anteriores y que me acariciara el rostro todos los días y me dijera que soy linda, que me halagara un poco.

Fuera de casa recibo millones de piropos. ¿Será que el hombre cuando ya tiene a su mujer al lado le importa un comino demostrar lo que siente? La verdad es que tengo todo, pero no lo principal: Cariño. Me siento sola. Lo hemos conversado muchas veces y él dice que me adora, pero que así es su carácter, que tratará de ser más tierno. Pero nunca lo hace y ya me estoy cansando. Trato de no mirar hacia el lado, porque lo respeto mucho, pero me dan ganas de correr a los brazos del primer tipo que me elogie. ¿Qué hago, Doc? ¿Me separo o sigo con él por mi bebé? Necesito un consejo, pliss,

GUAPA SOLITARIA

Mijita:

Abundan los hombres que por fomes y apáticos pasan a pérdida cuando su pareja encuentra un gallo pintoso, dicharachero y alegre como castañuelas.

Al describir a su compañero de cama lo pinta como un fulano poco demostrativo y más frío que culebra cordillerana. Confiesa que viven peleando, sacándose los trapitos al sol.

Usted ha sido bien directa al decirle lo que no le gusta de él, pero es león sordo y tengo la tincada que perderá feo. Ahí llorará sobre la leche derramada. Esta frase es más trillada que promesa de curagüilla de dejar el copete.

Creo, mi "guapa solitaria", que está perdiendo la paciencia con el tontorrón, especialmente porque no hay atisbos de cambio. Como pasan agarrados del moño tienen muy poco tiempo para hacerse cariñitos y puede caer en la tentación de ponerle el popular gorrito. Bueno, él se lo buscó.

COMPARTIR NOTA