Ventanita Sentimental

Estimado Doc:

Soy una mujer soltera, sin hijos, de 31 años.  Tengo un trabajo cómodo y estable, con proyecciones para el futuro, vivo con mis padres ya mayores y enfermos, por lo que siempre he dicho que no me puedo casar ya que mi deber es cuidarlos hasta que me dejen, pero sí pretendo tener un hijo para mi vejez como dicen por ahí.

La cosa es que hace ya casi 6 meses estoy pololeando con un tipo dos años mayor que yo,  que es como el Negro Piñera pa'l carrete, cosa que jamás me ha molestado porque así lo conocí y me parece bien.

El problema es que mi relación se ensució cuando le presté dinero y no es poco. Llegué a vender mi auto para ayudarlo. Ud. dirá lo ama, no, no es así, lo quiero mucho, sí es verdad, pero amarlo no, no creo en esas cosas para mí.

La verdad es que todo lo hice más bien por ayudarlo, lo vi tan complicado que no lo pensé dos veces y lo hice, él aceptó, pero sé que a diario tiene eso en cabeza, que me debe plata, y aunque en su minuto no le di mayor atención hoy me está complicando el asunto.

Siento a veces que he comprado cariño, sobre todo el fin de semana que me dejó esperándolo en mi casa y él se juntó con sus amigos. Cuando le reclamé eso y que me habían llamado por teléfono para decirme tonteras (que por lo demás sé que no son verdad), él se molestó y me dijo que dejáramos todo hasta ahí, y dignamente acepté y le dije que era su decisión ante la cual no reclamaría.

Él automáticamente se desdijo, y quedamos en nada, pero no puedo evitar pensar que tal vez le di la herramienta y lo que me preocupa no es que todo se termine, tal vez sería mejor, sino cómo hago para que me devuelva lo que un día le presté.

Estoy súper complicada, doc.  Igual lo quiero, ya teníamos planes de ser padres, incluso él le dijo a mis amigos que quería casarse conmigo, aún sabiendo que no está en mis planes y replicó que me esperaría hasta que yo estuviese segura.

C.O.F.

Mi perra:

Todavía hay  mujeres que creen en el Viejito Pascuero. Son muchos los casos que en todos estos años dan cuenta que el pololo o amante le pega manso sablazo a su pareja y luego sufren ataques de amnesia.

El frescolín no se parece en nada al Negro Piñera porque este pájaro de la noche maneja el billete largo.

Lamento que esté enganchada porque el gallo no vale la pena.  Además de bohemio -en la noche abundan las mujeres livianas de casco- es del verbo sinvergüenza. La única manera de que le devuelva la plata es si se gana el Loto. Y eso.

Es triste, pero usted está pagando unas miguitas de ternura y eso no lo puede hacer una mujer con dignidad. Chao, pescao.

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