Estimado Doc:
Primero lo saludo y lo felicito por tener un espacio para todos los que no hallan qué hacer y buscan un consejito.
Creo que no seré de su agrado, pero bueno es lo que hay. Soy una joven trabajadora de 22, que pololea hace más de 2 años, con planes de casamiento y todo (él tiene 23 años), pero resulta que tengo un problema y muy grande: Me gusta salir con unas amigas, fin de semana por medio y en estas salidas le pongo los cuernos a mi pololo. Sí, aunque él es muy bueno y tiene todas las buenas intenciones conmigo, yo igual lo engaño y esto es lo que no puedo entender por qué.
Él me da todo, pero tomo aunque sea una cerveza con mis amigas y veo un mino que me guste y me lo como (en el buen sentido de la palabra, sólo a besos, nada de encamarse), aunque no le niego que con uno, casi llego más allá, pero no quise.
Sí, me dirá que soy como tonta para el cabeza de gato y lo sé, lo que no sé, es ¿cómo parar esto y serle fiel a mi pololo, que es lo más lindo que tengo en esta vida? (creo que un dato importante es que yo no acabo al hacer el amor y eso me deja un poco insatisfecha, aunque él haga todo lo posible)
¿Será esa mi respuesta o es que sólo nací chicharra y voy a morir cantando?
ABIGAIL-22
Mijita:
Jamás he dejado sin orientación a una pecadora. Especialmente si usted es francota o se hace la cartuchona.
Sin embargo, tiene un hábito peligroso. Es salir en noche de ronda con esas amigas, que tienen pinta de ser frescachonas y no rehuir los encuentros amistosos, muchos de los cuales terminan en posición horizontal.
Me gusta su franqueza, ya que reconoce que de vez en cuando siente debilidad por el cabeza de gato, pero no es guerrera, de esas que libran luchas cuerpo a cuerpo con el primer cristiano que las desafía.
Para los gustos, está emparejada aunque desgraciadamente el hombrón no hace bien las tareas. Por lo que cuenta, se va cortado en tiempo récor y la deja mirando para la carnicería.
En consideración a este hecho tan desafortunado haré la vista gorda. Si halla a un galán que sea seco en la pallasa, dele como si el mundo se fuera a acabar.
