Ventanita Sentimental

Hola, Doctor:

Trataré de hacer el cuento corto, aunque creo que es imposible.

Estaba a punto de cumplir un año de pololeo, de altos y bajos, con mi pareja de 36 años, quien era casado cuando me conoció, hasta que se me vino la noche.

El problema es que hace un mes comencé a salir con mi jefe -muy bueno, hay que decirlo- y mi amado encontró un correo electrónico de él y lo leyó.

Imagine lo que pasó. Yo de verdad no sé qué hacer. El atado mayor es que estoy embarazada de un mes y, después de esto, mi amor no me quiere ver ni en pintura. ¿Qué puedo hacer? De verdad que necesito de su ayuda o de lo contrario cometeré una locura.

Para que sepa un poco más de mí, tengo 22 años y una niñita de 6. Notará que tan cabra chica no soy, pero lo estoy pasando muy mal.

La tentación fue muy grande, pero le juro que sólo pinché con mi jefe, nada más. Sólo espero que me ayude.

Urgida

Mi perra:

Me gustaría saber con qué piensa usted. Si considero que a los 16 años fue madre, luego se metió con un gallo casado y le rompió el matrimonio y, aprovechando el impulso, le movió la canasta e hizo juego de luces a su jefe, todo indica que lo hace con la "vajilla", como dijo el huaso.

En este momento, el galán que abandonó a su esposa debe estar pegándose las puñaladas y arrastrándose como perrito para que ella lo perdone.

Asegura que con el jefecito sólo coqueteó y que él no la pinchó con nada, pero tengo mis dudas porque es demasiado inquieta y le gusta ir a la guerra. ¿El jefe también es casado o me equivoco?

De cabra chica usted ha sido muy tentada y ahora sufre las consecuencias.

El problema debe afrontarlo como una mujer hecha y derecha y le pido que deseche los negros pensamientos que pueden estar cruzando por esa cabecita loca.

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