Estimado Doctor:
Soy un joven de 28 años y llevo casado 4. Antes de conocer a mi señora era amigo de su hermana, que me volvía loco. Siempre quise tener un encuentro cercano del tercer tipo con ella, hasta que sucedió lo que tenía que pasar.
El problema es que todo ocurrió cuando yo me había casado y ahora pienso solamente en mi cuñada. Lo malo es que mi cuñada pasa todos los fines de semana en la casa y doña TENTA está ahí siempre presente.
Mi pregunta es ¿qué es lo que puedo hacer, si veo que mi cuñada está en mi casa? Me dan ganas de tirarme encima de ella. Me siento enamorado de mi señora, pero no me puedo resistir a ese cuerpo, que está más rico que la Julia Roberts.
Aproblemado.
Mi perro:
¿Qué diablos es lo que pasa en este país, donde los cuñados y los compadres le dan huaraca como si el mundo se fuera a acabar? Ayer publicamos la consulta de un tipo que lo único que desea es agarrar a porrazos a la hermana menor de su mujer.
Está obsesionado en hacer crujir un catre con ella y, sin embargo, se puso cachudo y saltón cuando el marido de su cuñadita propuso un cuarteto infernal, donde las "damas" iban a recibir cabezonas atenciones de los dos varones.
¿Es tanta la calentura que no piensan en las consecuencias, ah? Veamos su caso: Ya clavó la lanza guerrera, pero quiere seguir el payaseo con la cuñadita tan liviana de cascos y que busca la reconstitución de escena.
He dicho en otras ocasiones que tanto hombres como mujeres pueden perdonar y hasta olvidar alguna infidelidad de su pareja, pero no cuando la cosa es con el hermano o hermana. Por supuesto que puede seguir el cacheteo con la cuñada, pero no le quepa duda que si lo pillan, arderá Troya.
Quedará la crema, como para recogerla con pala, y se acabará el matrimonio. ¿Eso es lo que anda buscando?
