Ventanita Sentimental

Querido, Doc:

Le escribo porque tengo un gran problema. Resulta que soy un cabro re tranquilo, quitado de bulla, pero igual me gusta el leseo. Para ir al grano, tengo 20 pepas y nunca he tenido una polola y para peor, mis viejos están en la duda de que se me quema el arroz.

Le juro por todos los santos que las féminas me vuelven loco y no me considero feo, pero he tenido sólo aventuritas con dos minas y nada más.

Yo creo que debe ser por timidez. Pero estoy muy preocupado. No sé engrupirme una mina, porque me corto entero, y mis padres piensan que se me apaga el calefón ¿Qué hago? ¿Necesito ayuda profesional?

CONFUNDIDO

Mijo:

Que un cabro llegue a los 20 invicto es para no creerlo. Como para sacarlo en gira por todo el país. Entiendo que, más que confundido, se encuentre angustiado por la carencia de una pololita tierna y cariñosita, que le haga arrumacos y le muerda las orejas para que usted relinche.

Soy metiche como mano de matrona y, por eso, no me resisto a hacerle una pregunta: ¿Quiere una minita para ir al cine, a pasear románticamente por parques y plazas o la quiere, derechamente, para llevarla a la catrera a hacer diabluras?

Por ser primerizo, le aconsejo ir despacito por las piedras, porque si se ataranta cuando tenga una chiquilla palabreada, ella le aforrará un charchazo. Estoy hablando de niñas decentes, por supuesto, ya que si le toca una liviana de cascos, ella misma lo llevará a un motel para jugar a la gallina ciega.

No se apresure en sacarle punta al lápiz, por demostrarles a sus padres que es bien machito para sus cosas. Cuando pase el tiempo y los haga abuelos, ojalá todo legal, su viejo dirá... "hijo de tigre tenía que ser".

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