Entró como “clienta” para asesinarla con un corta cartón: el macabro crimen de joven trabajadora de tienda del retail

Joven trabajadora fue asesinada en su lugar de trabajadora. Homicida ya cumplió la mitad de su condena.
Joven trabajadora fue asesinada en su lugar de trabajadora. Homicida ya cumplió la mitad de su condena.

Nicol (19) fue atacada por Johana Cortés (31). Se fugó del local ovallino tras cometer el homicidio, pero terminaría confesando todo luego de entregarse a Carabineros.

El crimen de Nicol Rojas (19) remeció a su familia y a toda la localidad de Ovalle, en la Región de Coquimbo.

Se trata de un brutal homicidio cometido por Johana Cortés Olivares (31) en noviembre de 2013 y que, recién en septiembre de 2014, terminó dando origen a una larga condena.

En aquella ocasión, el Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle determinó que la asesina debería pasar 20 años tras las rejas por el macabro ataque cometido contra la joven trabajadora de Tiendas Jhonson. Un antecedente no menor, considerando que el delito ocurrió justamente al interior de la tienda.

De acuerdo a los antecedentes, Cortés degolló a la víctima con un corta cartón, cuando ésta se encontraba sola en el local. Si bien Rojas resultó gravemente herida, luchó por su vida hasta el 7 de diciembre de 2013, cuando finalmente falleció.

Los jueces desecharon la teoría de la defensa respecto a que el crimen era un homicidio simple y también desestimaron la colaboración con el caso de la acusada, la actuación por arrebato y la imputabilidad disminuida con la cual pretendía aminorar su responsabilidad.

¿Por qué la mató?

Por aquel entonces, Nicol Rojas se desempeñaba como funcionaria de aseo de la tienda Johnson de Ovalle.

Según la investigación, Cortés Olivares llegó al local, subió hasta el segundo piso como una clienta más, extrajo un arma blanca y le propinó una herida penetrante en el cuello a la víctima. En completa calma, tal como entró, salió de la tienda y se dio a la fuga.

Sin embargo, con el correr de las horas, algo la habría hecho recapacitar, ya que se entregó a una unidad de Carabineros.

Al día siguiente, el 28 de noviembre de 2013, ya se barajaba una hipótesis principal: la agresión habría sido a causa de una supuesta infidelidad.

Johana Cortés estaba convencida de que Nicol se involucró con la única pareja que había tenido en su vida, el colectivero Roberto Ceura (37), quien también era padre de sus dos hijos (uno de 12 y un bebé).

“Esa señora pasaba encerrada. Yo creo que igual por el tema del hijo chico que tenía, pero prácticamente no se le veía. Yo vivo hace harto aquí y la única vez que la veía era cuando el esposo llegaba en el colectivo y ella salía a abrirle el portón. Ahí él entraba el auto y desaparecían”, contó un vecino de Johana a Diario El Día.

Las familias se conocían

Según reveló el citado medio, Armando Cortés y Omar Rojas (padre de la victimaria y de la víctima, respectivamente) se conocían desde pequeños, cuando vivían en la cercana localidad de La Chimba.

“Ellos estudiaron en el mismo colegio, eran re amigos (...) Hacían sus maldades juntos también. Lo que pasa es que aquí es chico y como ellos vivían cerca empezaron a juntarse”, contó María, un antigua pobladora del lugar.

Por su parte, el propio Cortés se refirió al crimen cometido por su hija y aseguró que “son pruebas que Dios le pone a uno, pero espero que podamos salir adelante, la familia de ella (Nicol), sobre todo, porque es la más afectada (...) Yo no tengo problema en pedir perdón”.

“Tenía derecho a vivir”

En diciembre de 2015, a dos años de la muerte de Nicol, su madre Erica Varas contó a El Ovallino que “en la casa tengo una foto en un altar, pongo flores. Cuando me levanto le digo ‘buenos días hija’, cuando me acuesto hago lo mismo, y si vengo al centro le digo que me cuide y acompañe. Yo siento que ella está siempre al lado mío acompañándome”.

Además, dio a conocer que “una vez me encontré con la madre de la mujer que mató a mi hija. Ella me dijo que a su hija le habían dado 20 años y que ella también tenía derechos. Yo le respondí que ‘mi hija también tenía derecho a vivir, pero la justicia es así; si ella hace algo malo, tiene que pagarlo’. Ella es una asesina y los asesinos tienen que pagar”.

A la fecha, Johana Cortés ya cumplió la mitad de su condena.

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