Ejecutiva corazón de abuela ayudó a “cliente” recién asaltado: era ladrón y robó $315 millones

Referencial. Foto: Andres Pérez.
Referencial. Foto: Andres Pérez.

El sujeto la convenció con su triste relato y ella, saltándose los protocolos, sin quererlo promovió una suplantación de identidad.

El escandaloso engaño disfrazado bajo la apariencia de un cliente recién asaltado —y el influjo de su conmovedora actuación— tuvo su punto de inicio los primeros días de septiembre.

Fue entonces que el sujeto se acercó hasta una sucursal del Banco Santander emplazada en la comuna de La Reina. Allí, a una ejecutiva le extendió un relato pormenorizado del supuesto robo que había sufrido. Desesperado, le dijo que necesitaba bloquear la tarjeta de coordenadas, que permite confirmar cada transacción, y reemplazarla con una nueva. Además, actualizar datos como su correo electrónico y número de teléfono, donde la entidad suele enviar las confirmaciones.

Sin pensarlo demasiado, probablemente tocada por la narrativa del tipo, la funcionaria saltó los protocolos establecidos para prestarle ayuda.

Claro, lo que en ese momento ni siquiera sospechaba era que, con ello, contribuyó a una suplantación de identidad.

Un día más tarde, esa misma persona concretó cuarenta y cinco transacciones “correspondientes a transferencia electrónica de fondos a diferentes personas”, por un monto que supera los $315 millones.

Banco Santander, de todos modos, pudo reaccionar a tiempo y reintegrar los fondos. Por cierto, presentaron acciones legales.

“Nuestra funcionaria, fuera de todo protocolo para este tipo de situaciones, bloqueó la tarjeta de coordenadas que el cliente poseía”, admitieron en la querella.

Luego, precisaron que “le hizo entrega de una nueva la cual activó de inmediato y finalmente modificó, a requerimiento del supuesto cliente, sus datos básicos como correo electrónico y teléfono”.

La ejecutiva bancaria respaldó esa versión y se excusó, afirmando que creyó en el eventual asalto y llevó a cabo el procedimiento aun cuando el sujeto no tenía en su poder su carnet de identidad en ese instante. De ahí que tampoco hubiera comprobación de firma.

Santander finalmente aseguró que esta lamentable estafa “debió ser advertida por una funcionaria capacitada y antigua”.

Ahora todo quedó en manos de la justicia, que perseguirá al o los responsables del fraude.

Lee más en La Cuarta:

—”¡Es desagradable conversarle!”: vecina de Buin se enfrentó a Monse y JC Rodríguez en tenso despacho

—Hallan a chileno desaparecido en Argentina hace 30 años: su insólita explicación desconcertó a policía

COMPARTIR NOTA