“Cruzamos una barrera”: Inti-Illimani desmenuza su nuevo disco y aborda el momento actual de Chile

Inti-Illimani en la grabación de un videoclip con Giuglio Wilson.
Inti-Illimani en la grabación de un videoclip con Giuglio Wilson.

La histórica agrupación chilena había hecho una canción con el cantautor italiano Giulio Wilson. Pero ahora se fueron con todo y, en un mes de intensísimo trabajo, lanzaron en conjunto el álbum Agua. “El resultado es un mundo muy original”, declara el europeo, mientras que el guitarrista César Jara plantea a La Cuarta que el proceso “produjo cosas muy entretenidas”. Además, los chilenos analizan el presente político del país: “Las elecciones son fotografías de un momento y vamos a ver qué pasa”, plantea de entrada Jorge Coulón.

A inicios del 2019, el cantautor italiano Giulio Wilson tenía una canción: “Por casualidad había escrito una melodía que me parecía muy similar a la escritura de Inti-Illimani, por lo menos la que yo conocía”, relata él a La Cuarta. Se la envió por un correo electrónico a Jorge Coulón, cofundador de la mítica agrupación. El tema en cuestión se titulaba “Vale la pena”. A él pareció “interesante”, asegura el chileno también al diario pop. “Podemos hacerla juntos”, le respondieron.

“La tradición de los cantautores en Italia es bien sólida”, destaca Jorge sobre aquel primer contacto. El europeo viajó a Chile especialmente. En ese momento no lo sabían, pero grabaron a muy poco del 18 de octubre de ese año, es decir, “una semana antes de que estallara Santiago”, precisa el chileno. Y vino la “primera satisfacción”, porque el temita les permitió hacer una exitosa gira por importantes teatros en ciudades como Florencia, Roma y Bolonia.

“Desde ahí nos han empezado a llegar, por ejemplo, videos de estudiantes que hacían (tocaban) esta canción”, comenta el europeo, mientras que su colega asegura que “nos fuimos quedando con gusto a poco”.

—Ha sido un proceso creativo interesante —asegura el guitarrista César Jara—. Partimos de esta colaboración con una canción y una gira, donde hay una búsqueda en común de ver qué podemos hacer juntos.

Intensidad

Así surgió Agua, un disco hecho entre los chilenos y el italiano, y que fue lanzado a fines de abril. “Fue un proceso bien intenso”, dice Jara, ya que lo terminaron en tan sólo un mes. El italiano junto a su productor, Walter Veltroni, arrendaron una casa en Santiago por Airbnb, la transformaron en un home studio y se metieron todos a trabajar quince días, a hacer arreglos y canciones.

—Eso genera la posibilidad de que uno diga: “me hubiera gustado tener más tiempo para los detalles” —plantea el guitarrista—, pero genera una interacción con cosas muy inesperadas que es parte de lo entretenido que tiene este disco. Como el proyecto tenía la necesidad de hacerlo en este corto tiempo, habían maquetas de canciones, ideas que no estaban terminadas, que no tenían pensados algunos instrumentos. Nosotros mismos sumamos guitarras eléctricas en este disco, que es una cuestión que no era muy visible en Inti .

—Un sacrilegio —agrega Jorge a modo de talla.

—Cruzamos una barrera... —continúa César— Y canciones que Giulio tenía, terminaron intillimanisándose. Creo que ese laboratorio, que es el estudio de grabación, provoca estas cosas. Como lo hicimos muy intenso, produjo cosas muy entretenidas que son las que aparecen en el disco.

En un principio, se sentaron todos en una mesa para revisar lo que traían para empezar con el proceso creativo: “Hemos dividido todo el trabajo, desde los arreglos musicales, los instrumentos que queríamos usar, cuál, cómo, cuándo y también la parte literaria”, cuenta el italiano, quien agrega que “nos hemos contaminado”. De hecho, detalla: “Es muy curioso que ellos canten en italiano y yo en castellano”, ya que “nos hemos mezclado un poco todo, el sonido, el idioma y el resultado es un mundo muy original”.

—Están todos los instrumentos a cuerdas, el tiple, el charango, todas las flautas que conocemos —describe sobre las marcas de Inti-Illimani en el disco—. Y trae también algunas cosas mías como la melodía italiana sobre un piano forte o la guitarra eléctrica. Ha sido una mezcla de artistas muy equilibrada, muy democrática: ninguno ha prevalecido tanto. También las decisiones las hemos hecho en común, nunca hemos tenido que discutir sobre nada. Eso lo puedes hacer cuando hay un buen ambiente, de estima y respeto recíproco.

La razón para hacer todo el proceso en un mes fue que habían pactado una gira que tendría como lanzamiento un disco que, por aquel entonces, “no habíamos hecho”, dice César. Así que el plan era ya tenerlo listo para diciembre de 2022.

Y lo consiguieron.

Corazón de agua

Inti-Illimani vivió quince años de exilio en Italia. “Tienen mucha notoriedad”, destaca Giulio sobre el grupo chileno, de hecho, los incluye entre “los menos” artistas que generan música “con contenido” actualmente. Incluso grafica su punto: “Están en los libros de Historia, en el de mi hijo que tiene 9 años, un capítulo de cultura y la lengua española habla de Inti-Illimani”.

“Habíamos trabajado con artistas italianos”, recuerda Jorge sobre la época lejos de Chile. “Y precisamente la nobleza de Giulio nos llamó mucho la atención, pertenece claramente a esa categoría de poetas y músicos que tienen esta cosa tan especial de los italianos: la capacidad de decir la poesía con música de manera tan magistral”.

Eso siempre le interesó al grupo chileno y, por lo tanto, hace rato tenían ganas de hacer un disco completo junto a un colega de aquel país, “mezclando nuestro estilo con el del de un cantautor italiano, con su mundo musical, sonoro y poético”, plantea el multiinstrumentalista. “Eso era lo que nos motivaba mucho”, remarca.

El primer show de la gira fue el pasado 10 de mayo, en Bruselas, Bélgica. “Era curioso, porque es un público que no es italiano ni chileno; de alguna manera, era un árbitro neutro”, comenta Jorge. “Y el resultado es extraordinario, realmente”, al punto que algunos belgas le comentaron que la mezcla de estilos suena “absolutamente natural”.

—El corazón de la gira se armó en torno a Italia, donde las ciudades las decide de alguna… no quiero decir el mercado: el organizador —comenta Jorge sobre el tour que han iniciado—. Está super completo: Turín, Milán, Génova, Padua, Florencia, Bolonia, Roma y Nápoles, las ciudades más importantes de Italia, y en los teatros más importantes. Realmente esta gira tiene un núcleo muy potente. Y agregamos algunas fechas de peticiones que teníamos, como Bruselas, Ginebra, Madrid y Barcelona.

Ya en los próximos meses continuarán hacia Sudamérica y, si bien no hay nada cerrado por el momento, están en contacto con México, Colombia, Ecuador, Perú y Argentina. “Esa es la idea”, dice Jorge. “Ahora vamos a ver qué es lo que cuaja y qué pasa de aquí a noviembre, porque nada te asegura que los planifiquemos pueda llevarse a cabo”. Pero, como sea, el plan es que aquel tour sea “lo más amplio posible”, manifiesta.

El concepto del “agua” emergió como el elemento unificador del álbum por sus múltiples significados, ya sea como símbolo del calentamiento global, o metáfora de conceptos como la fluidez y la pureza.

—Creo que necesitamos algún elemento que fuera el denominador común del disco y que nos permitiera construirlo en el poco tiempo que tuvimos —explica César—. Los fuimos conversando con los chicos: qué decimos, de qué hablamos. Y el cambio climático o medioambiental es un tema político, una problemática social muy significativa y transversal, tanto para la gente joven como mayor. Algunas canciones fueron tomando elementos para ser los pilares del disco, habían tres o cuatro canciones en que dijimos: “el disco habla de esto”. Y si bien el tema del agua es bien central, nos permite hablar de otras cosas en torno a ella.

—Tras el triunfo republicano en los consejeros constitucionales, ¿cómo perciben el momento país?

—Nos quedó una sensación de mucha preocupación, porque si querían una constitución que nos una, creo que hemos elegido un Consejo que no puede hacer más que dividirnos —Jorge toma la palabra—. Pero bueno, evidentemente que después del rechazo del 4 de septiembre (al texto hecho por la Convención), lo menos que se jugaba era la Constitución; era más bien un mapa de la situación política del país. Era más que nada un gallito entre políticos, ver quién la tenía más grande. Pero evidentemente las sociedades no terminan en una elección; las elecciones son fotografías de un momento y vamos a ver qué pasa. No creo que el futuro de Chile dependa solamente de la Constitución que se haga.

—¿Cómo ven el futuro del país?

—Lo vemos con preocupación, como el futuro del mundo y de América Latina —continúa el multiinstrumentista en la palabra—. Es mucho lo que está en juego, pero Chile es el último rincón del mundo. Está llegando, de alguna manera, el tsunami que ha provocado un terremoto mundial. Nos ilusionamos si creemos que somos dueños del futuro y vamos a poder nosotros decidir el futuro de Chile. Somos parte de un planeta y un universo que nos determina.

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