La íntima confesión amorosa de Álvaro Rudoldhy: reveló radical cambio tras conocer a su esposa

“La personalidad de ella me hizo un click”, revelará el actor en el De tú a tú.

Durante la noche de este domingo, Álvaro Rudolphy se confesará en un nuevo capítulo del De tú a tú.

Y en medio de la conversación, hablará de lo humano y lo divino, pues abordará diversos temas relacionados con su carrera como actor y también sobre su vida más personal.

Y en esa línea, recordará cómo fueron los inicios de su relación con Catalina Comandari. Eso sí, primero contará detalles de sus andanzas antes de conocerla.

“Yo era como el que llevaba la bandera de lucha de los que no nos íbamos a casar ni a tener hijos. Tenía casi un grupo de seguidores y unos argumentos que ya se me olvidaron, pero eran sólidos. Desarrollé muchas teorías, le di muchas vueltas en la cabeza”, relató.

“La visión que tenía de los niños era espantosa, eran como unos monstruos horrendos que te invaden la vida, el espacio, la libertad. Y ahora los amo (...) Me veía a los 70 años en una Harley con bota vaquera, chaqueta de cuero, operado entero, con melena por Miami. Y después estaba ahí con la mamadera, limpiando”, complementó.

Las teorías de Rudolphy

Sin embargo, todo eso cambió cuando conoció a Comandari en el año 2008. “La vi pasar y dije ‘aquí voy, otra presa’. Y fue al revés. Insistí y ella se fue con su amiga. Después me la volví a topar en Bellavista y, tras mucho pedírselo, al final me dio el teléfono. La llamé y en esa época yo tenía teléfono privado, y me dijo ‘¿Qué w... puede tener teléfono privado?’. Y desde ahí no me ha dado respiro”, confesará.

Luego, contará qué fue lo que le atrajo de su ahora esposa. “La personalidad de ella me hizo un click donde dije ‘esta es la persona para armar un cuento en común, una familia’, que es algo que no me había planteado nunca. Es más, cuando la conocí le dije varias veces ‘yo no me voy a casar’, y le tiré las teorías. Después me casé y le dije ‘ya, pero no voy a tener hijos’, y más teorías. Y ya llevo dos. O sea, las teorías valen hongo”, reconocerá.

“Yo creo que en ese momento me pasó que me aburrí de andar arriba de la pelota, me cansé. Algo me pasó internamente y dije ‘suficiente’. Mis teorías no se sustentaban, eran teorías no más. Estaban muy bien hechas, súper bien redactadas, pero no tenían carne, yo mismo me di cuenta de eso y que no me resonaban. Entonces me empecé a dejar llevar por la vida, a soltar”, cerrará.

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