Una niña británica que nació con una sordera hereditaria, actualmente puede oír sin ayuda de otros aparatos, gracias a una innovadora terapia.
Un poco antes de cumplir un año y a tan solo seis meses de haber comenzado la terapia, Opal Sandy logró escuchar leves sonidos como un susurro y está empezando a hablar, diciendo palabras como “mamá” y “papá”.
La pequeña niña forma parte de un ensayo clínico que se está llevado a cabo en Reino Unido, Estados Unidos y España.
El tratamiento se administra en forma de infusión en el oído, reemplazando el ADN defectuoso que causa el tipo de sordera que es hereditaria.
Difícil decisión para los padres
Según explica la BBC, los padres de Opal, Jo y James, señalaron que los resultados de la terapia han sido increíbles, sin embargo, comentan que al ser su hija la la primera en probar este tratamiento, fabricado por Regeneron, fue extremadamente difícil.
“Fue realmente aterrador, pero se nos había dado esta oportunidad única”, indicó Jo al medio antes mencionado.
La familia oriunda de Oxfordshire, un condado del sur de Reino Unido, tiene otra hija de cinco años, Nora, quien posee el mismo tipo de sordera que su hermana. Sin embargo, ella utiliza un implante coclear eléctrico.
Este tipo de implantes brinda al paciente la “sensación” de oír, estimulando directamente el nervio auditivo que se comunica con el cerebro, sin pasar por las células ciliadas dañadas que detectan el sonido en una parte del oído interno conocida como cóclea.
Por otro lado, el tratamiento que recibió Opal utiliza un virus modificado e inofensivo para introducir una copia funcional del gen OTOF en estas células. De esta manera, la bebé recibió la terapia en el oído derecho, bajo anestesia general, y le colocaron un implante coclear en el izquierdo.
Tan solo unas semanas después de la intervención podía escuchar sonidos fuertes, como aplausos, en su oído derecho. Y después de seis meses, sus médicos, en el Hospital Addenbrooke, en Cambridge, confirmaron que el oído tenía una audición casi normal para sonidos suaves, incluso susurros muy bajitos.
“Es maravilloso verla responder a los sonidos”, comentó a la BBC el investigador principal y cirujano de oído, profesor Manohar Bance. “Es un momento muy alegre”, complementó.