Julioko: entusiasmo contra el one hit wonder

Julioko.
Julioko.

Julio Arancibia (19) pasó de ser un niño rata víctima de bullying en su colegio a convertirse en viral por derrochar energía ante el indiferente público de un bingo. Lejos de perder el entusiasmo, usó el vuelo para impulsar su carrera y en cosa de meses cantó en el Movistar y el teatro Caupolicán.

Cuenta Julio Arancibia que desde que hace música, aproximadamente tres años, sus principales escenarios son los bingos solidarios en su natal comuna de Colina.

“Siempre un tío o un primo me invitaba y yo iba a mostrar mis temitas. A veces era un poco forzado, pero era lo que tenía para darme a conocer. Además, siempre comprábamos un par de cartones para aportar también, pero nunca he ganado nada”, le cuenta a Diego González y se ríe.

Porque lo irónico y las cosas del destino quisieron que fuera justo una de esas instancias las que llevaron a Julio, más conocido como Julioko, a ser uno de los artistas del momento.

La cosa sucedió así: Un amigo de un tío lo invitó a un bingo y ahí mientras cantaba su ahora hit viral “FIXA QLA” el contraste entre el alto entusiasmo del cantante y la reacción impávida del público hizo que el registro de 29 segundos se hiciera viral.

Julioko analizó el fenómeno en el espacio de González: “Fue más que nada por mi energía, de que era raro ver mi música en ese contexto, la gente decía que esta hueá”. En El Punto TV dirá que pensaba que el video iba tener máximo 10 mil reproducciones. Pero se equivocó.

Aunque primero los comentarios fueron del tipo “vas a llegar muy cerca”, Julio dice “yo no estuve ni ahí y le di color. Empecé a subir más contenidos de bings. Mi amigo de Lokura TB me empezó a ayudar también y los comentarios empezaron a ser mejores”.

“Soy un artista que vengo desde la crítica, de ahí para adelante lo que se ha dado ha sido 100% orgánico”, le comenta a Diego González. No es el primer artista urbano que ha enfrentado un serio trolleo al momento de lanzar su carrera. Princesa Alba es fiel ejemplo de eso.

“Los comentarios en redes, ahora tengo claro que siempre van haber buenos y malos. Pueden haber mil positivos, y uno malo. O pueden haber mil malos, y uno positivo. Siempre me quedo con el bueno, siempre”, reflexiona en Vamo a Calmarno.

“Siempre van a haber haters”, contó en entrevista con La Cuarta. De eso, el joven de 19 años sabe harto.

JULIOKO BEGINS

“Cuando era niño yo no fui ni ladrón ni traficante, nada de esas cosas “, cuenta en VAC. “A los 15 recién deje de ser un niño rata que jugaba Minecraft y Fornite todo el día. Recién ahí empecé a salir, conocer minas y todo eso. Antes pasaba metido en mi pieza”, recuerda.

“En el colegio me hacían cagar con el bullying. Aunque no me dejaba maltratar tanto igual no fue sano, creo que eso me marcó mucho”, dice.

En El Punto TV, explica que aún así siempre hubo un sueño gestándose: “Siempre quise ser famoso. Pensaba en ser actor, pero después empecé a experimentar con el rap. Me encantaban las batallas de la DEM. Freestaleaba un poco, pero bien al peo. Con unos amigos que hacían música me empezó a picar el bicho que yo también quería y empecé a hacer temas, con un poco de comedia, como el FIXAS QLS o Concretemos”.

Eso, dice, fue hace aproximadamente tres años. “En esa época estaba recién saliendo Marcianeke, en él me inspiré y aprendí que siempre va haber gente que te va a criticar”.

Sus otros referentes, “de sabiduría, valores de la calle y enseñanzas”, agrega, vienen de cantantes como Eladio Carrión y Mike Towers.

Independiente del bullying, Julio cuenta que en el colegio le iba bien y tenía buenas notas. Cuando salió de cuarto medio entró a estudiar Ingeniería en Sonido en el instituto profesional AIEP. Duró poco. “Estudié un año pero dejé de ir porque me quería dedicar a hacer canciones. A trabajar y hacer plata”.

“Mis papás quedaron pa la cagá, pero yo estaba seguro de mi mismo, siempre lo he estado, y le seguí dando”, dice en VAC. Además allí pasó algo que el artista define como una obra del destino: conoció a quien hoy es su productor, el experimentado Gasone.

Casi tres años, un número incontable de bingos, varias presentaciones gratuitas en discotecas, ese esfuerzo empezaría a dar frutos.

“Estoy en la órbita de ser cantante, pero en serio, no me interesa hacer reír. Mis canciones tienen algo de comedia, pero eso es diferente, mi carrera la tomo en serio”, le aclara a Diego González.

¿En serio nivel pasar de cantar delante de, indiferente público de un bingo a un Movistar Arena repleto?

LA BENDICIÓN DE JORDAN

Julio pensaba que el salto podría ser demasiado grande. Reconoce que tenía miedo. Pero tanto su manager, como su productor y sus amigos le decían que le diera color, que lo hiciera.

Jordan 23 había anunciado un concurso/encuesta donde pedía a artistas emergentes que se postularan para acompañarlo en su show del Movistar Arena. Julio no pensaba primero en participar, pero se dio cuenta que entre los comentarios del post, había uno que decía que tenían que invitar “al loquito del video en el bingo” y era el que más likes tenía.

“Para participar había que subir una storie, pero yo no quería hacerlo, aparte pensaba que no era tan probable”, recuerda. Además de la insistencia de su equipo, lo que lo hizo decidirse cuando Jordan dijo que elegiría 2 hombres y 2 mujeres para abril el show. Ahí hizo cálculos mentales y pensó que tenía más probabilidades (porque vio que estaba participando Lewis Somes y era imposible que él no tuviera un cupo).

Pero participó. Y los Patos Feos, la crew de Jordan 23 le dió like a su storie. Ahí pensó que algo improbable podía pasar. “A las 12 de la noche subieron una encuesta y mi nombre estaba entre las opciones. Tuve que salir, me fui a la plaza y llamé a mi mamá”, le contó a VAC. Una hora después, supo que estaba convocado a abrir el show del cantante de Anti Rana.

“Mi mamá, mi productor, mi manager, mi madrina, mi hermana, mi abuela, todos lloraban, hasta yo lloré. Ha sido uno de los momentos más lindos de mi vida”, reconoció.

Antes de salir al escenario, le aseguró a La Cuarta, que su sensación no era de nervios sino que pura ansiedad. Ganas de salir al escenario.

“Es una sensación indescriptible”, decía todavía temblando después de bajar del escenario. Contó que el recibimiento de Jordan y Los Patos Feos “fue bacán”. Y que Pailita le dijo que su mamá que tenía de hijo “a un gran artista”.

“Rompiste mi hermano sigue dándole color nomás”, le comentó Jordan en Instagram.

“Mi mamá está muy contenta ahora, eso me llena el corazón porque me dijo que ahora nunca tiene frío de tanta adrenalina que le provoca el orgullo”, dice emocionado Julio.

Sus próximos pasos, los está pensando muy bien. Como dijo en estas páginas, su propósito es no quedarse en el “one hit wonder”. El año lo cerró abriendo el show de Lit Killah en el teatro Caupolicán. Y su sueño es posicionarse en el mapa del género urbano, por lo pronto tiene una canción nueva con video incluido y su primera publicidad, con una marca de cerveza.

¿Cómo vendrán los números en el bingo de la vida para Julioko?

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