“Cuando vi morir a un chico de 29 años de Covid… me di cuenta de que estaba equivocado”: el arrepentimiento de un médico antivacuna

El italiano Pasquale Bacco fue considerado uno de los líderes del movimiento antivacuna en su país, pero tras la muerte de un joven de 29 años, que además era fanático suyo, cambió de parecer. “Siento que esa muerte fue por mi culpa”, sostuvo.

Pasquale Bacco es un médico que durante estos últimos dos años se dio a conocer en Italia principalmente por su polémica postura en contra de la inoculación para atender el coronavirus. Al respecto, lideró decenas de conferencias sobre el tema y participó en unas 300 protestas antivacunas. De hecho, es uno de los autores del libro Strage di Stato: Le verità nascoste della Covid-19 (Masacre de Estado: Las verdades ocultas del Covid-19). Su nombre lo dice todo. Acumula más de siete mil seguidores en su Facebook y es percibido como un referente, o algo más, por los adherentes a este pensamiento.

Pero hoy Bacco no quiere más de eso. De un tiempo a esta parte, se convenció de que el coronavirus realmente mata y que la vacuna, la que tantas veces cuestionó o relativizó, es la única solución. Se arrepintió:

“Cuando vi morir a un chico de 29 años de Covid… tenía en su móvil los videos de mis mítines en las manifestaciones de los no vacunados. La familia me dijo que era fanático mío. No me lo dijeron con enfado, al contrario, y esto me dolió aún más. Siento que esa muerte fue por mi culpa”, sostuvo el médico italiano para explicar su repentino cambio de parecer.

“La cosa todavía me molesta hoy. Para mí no era un credo. Cuando vi la realidad con mis propios ojos, me di cuenta de que estaba equivocado”, agregó enseguida, en un diálogo que sostuvo con el periódico italiano Corriere della Messogiorno.

El cambio de Bacco es radical. Inclusive, en la conversación con el medio, admitió que hasta hace un tiempo fue uno de los líderes de Informare x Resistere (“Informar x Resistir”), página que representa a la comunidad antivacuna más grande de Italia, donde suelen publicar información falsa para argumentar que la vacuna para combatir el Covid-19 es peligrosa o derechamente mortal.

“Yo fui uno de los primeros. Yo era el único médico joven con experiencia. Lo que decía era oro puro para la gente que tiene miedo y busca certezas. Hice todos los pasos, todos los encuentros, hablé en 300 protestas. Conozco todos los mecanismos internos, desde el lenguaje que había que utilizar hasta el sistema de donaciones a asociaciones. Por eso ahora me temen y me quieren muerto”, reconoció.

Luego profundizó en su autocrítica: “Creo que los que subimos a esos escenarios tenemos algunos muertos en la conciencia. Hemos sido grandes cobardes todos los antivacunas. Íbamos a las plazas y cuando hablábamos sabíamos que la gente quería escuchar cosas fuertes”.

Y explicó que el movimiento antivacuna, además, escondía un trasfondo económico. “Había una mente económica detrás de todo esto. Durante dos años fue como si no hubiera una marca sin vacunas. Restaurantes, médicos, abogados, ingenieros topógrafos, profesores, un mundo de proveedores antivacunas dispuestos a recibir clientes antivacunas”.

El cambio de Pasquale Bacco comenzó a tomar forma el pasado mes de diciembre, cuando compartió en su Instagram un video en el que llamaba a sus seguidores a vacunarse. Allí dijo que la inoculación era la única manera efectiva de combatir el coronavirus.

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