En medio de aplausos y gritos de entusiasmo fue recibida ayer en la tarde la ex Miss Universo, Cecilia Bolocco. La diva visitó el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, donde fue a dar una emotiva charla a las internas.
Cecilia realizó una charla motivacional a las mujeres que participan en los talleres de la Corporación Abriendo Puertas. También a otras que son parte del Proyecto del Banco BID que ejecuta dicha Corporación, que tiene como propósito la reinserción social y laboral.
Durante su visita, Bolocco anunció el motivo de su recorrido por el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín.
Con un "le voy a dar a ustedes la oportunidad de trabajar", Cecilia habló sobre la alianza entre la Corporación Abriendo Puertas, Falabella y Mavesa. Esto, con el fin de generar un taller de costura en las dependencias del CPF. Donde las internas realizarán partes de las prendas de sus colecciones limitadas.
Su experiencia como Miss Universo
Bolocco comenzó su discurso apelando a la valentía y el amor propio que deben tenerse hacia sí mismas las mujeres. Mientras iba avanzando en su alocución, entró en terrenos cada vez más profundos y emocionales.
Bolocco usó la experiencia vivida durante el concurso de Miss Universo para destacar tres lecciones que aprendió en ese momento.
"Mi primera lección fue disfrutar del proceso o experiencia, darlo todo, porque cuando se hacen las cosas con amor, nada sale mal", dijo.
La segunda enseñanza que dio y que sacó gestos de aprobación entre el medio centenar de asistentes fue: la gratitud.
"Cuando empecé a disfrutar lo que estaba viviendo, empecé a agradecer todos los días por la experiencia que estaba viviendo".
La reina de Chile cerró con esta frase su trilogía de lecciones.
"Para ganar, no hay que competir con nadie, sino que debemos preocuparnos en ser nuestra mejor versión de nosotras mismas".
Bolocco hizo hincapié en que sus palabras, "pueden ayudarlas a ustedes a abandonar la culpa, agradecer la vida y dejar de buscar la perfección, sino enfocarse en la excelencia".
Incluso, se dio el tiempo de tirar la talla. Ironizando sobre lo mal que lo ha pasado en las últimas semanas.
"Ustedes no saben lo que yo estoy sintiendo en este momento", dijo la Chechi.
"Horrible", le respondió una interna.
"No, maravilloso", contestó, sacando carcajadas.
Al finalizar sus palabras, Cecilia dio el pase por si alguien quería hacerle alguna pregunta. Una de las asistentes levantó la mano y le agradeció, "su charla es una de las mejores que he escuchado, han venido otras personas, sacerdotes y pastores, a hablarnos, pero sus palabras sí me han llegado y me han hecho reflexionar".
Este sincero reconocimiento emocionó a la Reina de Chile.
Cecilia contó desconocida anécdota junto a Máximo
Hubo un momento en el que Cecilia estuvo al borde de las lágrimas, y fue cuando, en medio de su charla, recordó lo vivido hace una semana, cuando al otro lado de la Cordillera la cuestionaron a ella y a su hijo Máximo, por la compleja relación que tiene con Carlos Menem.
"La semana pasada lloré la semana entera. Estaba hecha mierda (sic), me acuerdo y se me llenan los ojos de lágrimas (…) Mi hijo es lo máximo, lo máximo. Él me decía, 'mamá necesito que la gente sepa la verdad, es todo tan injusto, te acusan a ti de todo, va a perjudicar tu carrera' y yo le respondía, '¿qué me va a perjudicar? A mí nada me perjudica', mi hijo me decía 'estoy tan arrepentido, mamá', y yo 'no, hijo, no te sientas mal por eso… la verdad que nos debe importar es la de la gente que nos ama", relató Cecilia.
Y cerró ese emotivo momento, explicando, "le había dicho que tuviera cuidado, porque él es un personaje público por ser hijo de… pero tenía que pegarse el guaracazo, es parte de su aprendizaje", cerró.
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