A poco más de dos días de dejar con la garganta pidiendo agüita a más de 80 mil lolitas, Justin Bieber está haciendo las primeras peticiones a la producción para el show que se mandará este sábado en el Estadio Nacional.

El espinilludo que tiene la patá entre la barra loléin con su repentina carrera de cantante, ya tiene a la producción de cabeza organizando las peticiones que solicitó, muy al estilo de las grandes estrellas.

De partida, se supo que el canadiense quiere tener un estricto control de seguridad en el hotel donde se va a hospedar.

Esto significa que quiere guardias en distintos sectores del hotel, incluido el piso donde se va a quedar, ya que su mayor temor es que se le cuele una fan a la maleta, tal como ocurrió el martes en la madrugada en Argentina, donde un lote de 30 lolas intentó meterse a su pieza, claro que sin lograr su objetivo.

Otro de los pedidos que hizo el mecha de clavo a la administración del hotel, fue que todos los adminículos que usara el cantante, llámese toallas, sábanas, tazas, vasos y cualquier cosa que pasara por sus manos, no sea puesta a disposición de algún fanático como una especie de recuerdo o trofeo con la gracia que el péndex posó sus manos.

GRUÑÓN

Según cuentan los púberes hinchas del astro canadiense, el griterío que se armará con el aterrizaje de Justin debiera quedar en la historia. Y el mayor terror de los cabros de su fans club oficial, Bieber Fever Chile, es que como el enano sufre de migrañas, claustrofobia y es mecha corta, el cargoso amor patrio lo ponga de malas pulgas.

"El miedo que tenemos es que como no fuimos el primer país de la gira, y como él es medio idiota, diga que no quiere ver a nadie ni nada", señala Viviana Mena (19) presi del choclón.

- Pero cómo no se va poder bancar un gritito en la paila...

- No sé si en Brasil o México, pero en uno de esos dos países no quiso bajar a pesar de que las fans estaban abajo del hotel. Al final salió el mánager a pedirle a los fanáticos que se quedaran callados porque a Justin le dolía la cabeza.