Una tremenda foto con la mejor parte trasera de la realeza británica rondaba las redacciones de los más chuchetas periódicos de Europa, pero nadie se atrevía a comprarla y menos publicarla: las pompas, las nachas (como dice Shrek) o el derriere de la bella Kate Middleton tomando sol y aire de Australia.

¿Y por qué tanto susto a publicar la deliciosa imagen? Por temor a la reacción de la Casa Real de Gran Bretaña. O sea, a la furia de la reina Isabel (que no está para cantar rancheras con el tema), el príncipe Charles y del marido de la diosa, el príncipe William.

Hasta que los ottos de la revista Bild lo pensaron, dijeron por qué no y tiraron euros sobre la mesa para quedarse con el poema hecho fotografía.

La foto fue captada el pasado 17 de abril, cuando los príncipes llegaban a las Montañas Azules en helicóptero. Y fueron las aspas del aparato las que crearon un ventarrón que levantó el vestido de Kate.

Pero esta no es la primera vez que los destapes de la duquesa desatan la polémica. En septiembre de 2012, la revista francesa Closer publicó imágenes de Middleton con el torso desnudo, enfureciendo a la realeza.

Además hay otras imágenes de Kate mostrando lo suyo de frente y de costado. Y siempre es culpa del bendito viento que se ensaña levantándole los vestidos y dejando ver sus tangas.