Un grupo de 32 jóvenes embarazadas fueron retenidas por la policía tras ocupar una clínica de la ciudad nigeriana de Aba, en el estado suroriental de Abia, ante la sospecha de que el centro se destinaba al tráfico de bebés.

Según dijo a los periodistas Geoffrey Ogbonna, portavoz de la policía de Abia, el médico Hyacinth Orikara, director de la Clínica Heda, de la Fundación de Inversiones Cross, fue detenido la semana pasada junto con el resto del personal del centro.

El portavoz policial agregó que el centro vendía los bebés recién nacidos por unos 300 dólares los niños y unos 200 dólares las niñas.

Aunque las autoridades no han precisado a quiénes se vendían los menores, los medios locales de Abia han apuntado que muchos estaban destinados a la adopción y otros a ritos de brujería, en los que los bebes son asesinados y desmembrados.

A las jóvenes embarazadas, agregó Ogbonna, no se les permitía ver a sus niños una vez que daban a luz, para evitar posibles identificaciones futuras.

Orikara, el director de la clínica, quien aseguró que los menores se entregaban a trabajadores sociales para su posible adopción, ya había sido detenido anteriormente acusado del mismo delito.

Los detenidos están a disposición del Departamento de Investigación Criminal de la policía de Abia, en Umuahia, la capital del estado, que deberá presentarlo ante los tribunales.