Doctor Cariño:

Mi marido pasa puro comiendo, tiene una guata gigantesca y no me dan ganas de hacer nada con él en la cama.

Me molesta y me insiste en que le dé la pasada, pero para serle sincera no me dan ganas. Es un elefante, e imagíneselo encima mío.

Soy chiquitita y flaca y con un mastodonte al lado es terrible. No hace nada por bajar de peso y más encima me exige que lo acompañe en la pasión.

Tengo 30 años, me gusta el sexo, pero pese a que a mi marido lo amo, no me excita y no quiero pensar en otro hombre. Por eso le pido ayuda.

Pamela

Pame:

Mijita, no me venga con toda una explicación y por debajo, como que no quiere la cosa, me larga eso de que "no quiero pensar en otro hombre''

¿No será que está mirando para la carnicería hace rato y busca una justificación para portarse mal?

Bueno, para actuar francamente, creo que merece una conversación cara a cara con el hombre.

Si él no se pone las pilas, debe decirle que ya piensa en el cuerpo de otro macho, porque él es penca.

Sin embargo, si su esposo tiene un poquito de orgullo debería ponerse al día siguiente a hacer dieta y quedar a tono. Si la ama lo haría.

Y si usted lo ama, debería portarse cariñosa con él en este proceso. Capaz que la comience a reconquistar y quede livianita pronto.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com