Doctor Cariño:

Desde que comenzó la pandemia, pega no me ha faltado. Hago como diez carreras al día en el colectivo, tengo tiempo para almorzar en la casa, reposar un rato y compartir otro tanto con mi señora y los cabros chicos. Nadie de mi círculo cercano se ha contagiado, así que todo piolita, tranquilo y rutinario. Bueno, hasta la semana pasada...

No le voy a mentir: igual le echo el ojo a más de una pasajera, sobre todo cuando se cacha que hay coqueteo. Me pasó con una morena de ojos claros que me dejó loco. Preciosa, risueña y simpática. Me dio su nombre sin que le preguntara y su número telefónico apenas se lo pedí, cuando se bajó del auto. "Nos vemos para un próximo viajecito", me dijo. Llegué a sudar.

No le cobré, aunque de puro galán le lancé: "Cuando sea y donde sea, me cancela". Sonrió bajo la mascarilla, yo me fui y ahora estoy en la duda. Quiero llamarla y saldar la deuda. ¿El drama? Esta vez me voy a enamorar. Y créame, no quiero perder a mi familia.

Juan Carlos

JC:

Para qué le voy a decir que se pasa de fresco, cuando podría tratarse de un reincidente de la infidelidad sobre cuatro ruedas. Un caso sin remedio.

Lo que sí, me sorprende la cantidad de rollos que se estaría pasando. ¿Seguro que la chiquilla mostró interés en usted? Porque el nombre se lo podría decir a cualquiera. ¿El número que le dio será el de ella? Puede que por el viaje gratis se haya sentido "obligada" y prefirió inventar algo. ¿Realmente habrá sonreído con esa frase de "galán"? Tal vez hasta la incomodó.

Y si bien no digo que no exista el amor a primera vista, usted se está pasando varios kilómetros en sus proyecciones; poco menos se quiere casar y teme perder a su familia. Me huele a simples excusas para dar cuerda suelta a sus íntimos deseos.

Si tanto quiere a los suyos, especialmente a su esposa, sea franco con ella. Si de milagro recapacita, juéguesela por ellos.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com