Doctor:

El mecánico se me tiró al dulce y no sé si demandarlo o seguir engañando a mi marido. Claro, porque me di cuenta que mi esposo me cambió por otra, le conté al tipo que me arregla el auto, y en vez de darme un consejo me besó y me dio agarrones por todos lados.

Y de verdad, no me molestaron para nada. Es más, a mis 55 primaveras hace años que no me latía el corazón tan rápido al sentir caricias de un macho pasado a grasa. Colombiano y moreno de 1.85. Imagínese, mi doc.

Mis amigas me dicen que el tipo me quiere sacar lucas, pero hasta el momento lo único que quiere sacarme son las pasiones y otras cosas.

Luna

Querida Lunita:

"Lunita, dame platita'' decía la canción más mala que ha pasado por el Festival de Viña, pero el negrito que cantaba era un encanto.

Hay que reconocerlo. Pero para usted, claramente que el mecánico también es un encanto. Al nivel de que se le soltaron las trenzas y ya se lo sueña embetunándola entera desnuda a punta de grasa de aceite quemado. Y claro, lo siente, lo piensa, lo sueña, como si fuera Patrick Swayze en Ghost, pero reemplazó la greda por el Castrol de 35G. Igual es romántico, porque su marido no la pesca ni en bajada y eso la cautiva.

Entonces no me mienta con lo de la demanda por acoso, si usted está más feliz que quiltro con pulgas. Quizás le falta dejar las cosas claras con su esposo y de frentón emigrar al taller de autos.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com