En un partido clave para la albiceleste, echaron mano al librito del chileno para triunfar. Lo contó el videoanalista de la selección.
Hace algunos días Argentina celebró el primer aniversario de su tercera Copa del Mundo, conseguida en Qatar, gracias a un inspirado Dibu Martínez en los penales; una sólida zaga central con Otamendi como líder y Cuti Romero como escudero; las apariciones de Enzo Fernández y Julián Álvarez; la experiencia de Ángel Di María, y un Lionel Messi espléndido. Todo, bajo la conducción de Lionel Scaloni, el DT que le devolvió la alegría a los albicelestes.
Con el tiempo, como de costumbre en estos casos, se han ido conociendo más detalles de la gesta. Del camarín, sus ritos, costumbres, las conversaciones que mantenían, pero también en el plano estrictamente futbolístico. Y en este último apartado, hace poco se supo que un chileno, el actual entrenador del Betis Manuel Pellegrini, fue protagonista.
En concreto, luego de caer inesperadamente en el debut ante Arabia Saudita, acaso un baño de realidad, Argentina quedó contra las cuerdas. Por eso es que el partido ante México se vivió como una final en la que, con mucha justeza, pudieron imponerse. Pero les quedaba otro desafío para asegurar su presencia en las rondas siguientes: Polonia y, su mayor amenaza, Robert Lewandowski. De no ganar, la Albiceleste hipotecaba sus opciones.
Scaloni, de hecho, no escatimó en detalles para preparar su segunda final. Al momento de desmenuzar el estilo de los europeos, él y su cuerpo técnico cayeron en cuenta que Czesław Michniewicz admiraba a Mourinho, de modo que recurría a dibujos parecidos a los suyos para plantear sus partidos.
Matías Manna, videoanalista de los trasandinos, explicó por ejemplo que los polacos “hacen un concepto defensivo muy determinado en el cual los defensores se meten al área chica muy rápido en los centros. Habíamos entrenado y explicado que buscábamos el centro atrás para la aparición de algún interno, que era Alexis Mac Allister en ese momento”.
Entonces, apareció en escena Germán Pezzella, que en ese momento no era más que un actor de reparto. Cuarto central de la nómina por detrás de Otamendi, Romero y Lisandro Martínez, se acercó a Scaloni y le hizo saber que hace poco él y su club, el Betis, se habían enfrentado a la Roma de Mourinho en la Europa League. Les explicó que Manuel Pellegrini había hecho una planificación especial que podría servirles.
En palabra de Manna, “si perdíamos, quedábamos afuera. Era un momento de tensión total. Se pasó la charla y vino un jugador suplente, Germán Pezzella, que jugaba en el Betis y había enfrentado a la Roma de Mourinho. Cuando termina la charla, nos dice que ellos lo habían entrenado de determinada manera y eso se lo comunicó a Leo (Scaloni) y Pablo (Aimar) mientras íbamos al entrenamiento”.
¿Cuál fue la respuesta del cuerpo técnico trasandino? Hacer caso a la mano del “Ingeniero”:
“Ellos modifican algo del entrenamiento por lo que dijo un suplente. Hay un clima de trabajo que está bueno. En otro momento quizás no se animaban a hablar”.
Pezzella, en concreto, le habló de los dos compromisos que el Betis de Pellegrini le guapeó a Mou en Italia y España. En el país de la bota, se impusieron a domicilio por 2 a 1 y en Andalucía igualaron en un tanto. Ambos, partidos cerrados, complejos, como se preveía éste.
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