Confirman un segundo detenido por la desaparición y muerte de Francisco Albornoz

Francisco Albornoz
Francisco Albornoz

El sujeto fue capturado en la Región de O’Higgins. Se suma a la detención del médico ecuatoriano implicado en el presunto crimen.

El Ministerio Público confirmó la detención de un segundo implicado en el caso de Francisco Albornoz, el joven de 21 años que fue hallado muerto tras permanecer desaparecido durante 12 días en Ñuñoa.

La Fiscalía Metropolitana Oriente informó que el segundo imputado fue capturado la tarde de este miércoles en la localidad de Codehua, en la Región de O’Higgins, misma zona donde se halló el cadáver de la víctima.

Fue precisamente por esta diligencia pendiente que la fiscal Rossana Folli solicitó esta misma tarde postergar la formalización del primer detenido en el caso: el médico ecuatoriano Christián González (31). El tribunal accedió a ampliar plazo de detención.

El profesional extranjero confesó su implicancia en lo ocurrido con Francisco la noche del pasado 23 de mayo, y señaló el lugar donde finalmente encontraron su cuerpo sin vida, luego de casi dos semanas de desesperada búsqueda.

El segundo detenido es de nacionalidad chilena y sería trasladado a Santiago para ser presentado ante tribunales.

Los dos sujetos serían formalizados el día sábado 7 de junio, momento en que la Fiscalía les imputaría el delito de homicidio.

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A la izuierda: el médico ecuatoriano que confesó y entregó versión sobre la muerte de Francisco Albornoz.

Qué pasó con Francisco Albornoz

De acuerdo a los antecedentes de la investigación, a los que accedió La Tercera, el joven farmacéutico se reunió la noche del 23 de mayo con unos sujetos en un departamento de Ñuñoa, tras contactarlos en un aplicación de citas .

Según indica Fiscalía y la PDI, Francisco falleció al interior del inmueble en el que se encontraban.

Sus acompañantes, en vez de prestarle ayuda, eligieron tomar su cuerpo y trasladarse con él hasta el sector del mirador Lo Moscoso, en la Ruta I-400, entre las comunas de Placilla y San Fernando. Allí arrojaron el cadáver a la ribera del río Tinguiririca.

El ente persecutor se encuentra esperando el resultado de exámenes al cuerpo de la víctima para establecer la causa precisa de muerte y confirmar o descartar la presencia de drogas.

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