Nuevos detalles se dan a conocer sobre el caso Rey de Meiggs, comerciante asesinado por sicarios venezolanos que habría sido contratados por Wilson Verdugo, dueño del restaurante La Vaquita Sabrosa.

Cabe recordar que ambos sujetos eran conocidos por Francisco Kaminski, locutor radial que debió declarar ante Fiscalía tras el crimen.

¿El motivo? Recibió el llamado de ambos.

¿Qué dijo Francisco Kaminski?

En su declaración completa, revelada por LUN, el comunicador rememoró el inició de su relación con José Felipe Reyes, el autodenominado rey.

“Conocí a la víctima más o menos el año 2015. Asistía a comerciantes de Meiggs que compraban publicidad para la radio en la cual yo me desempeñaba. Esta persona era el nexo con la gente que quería hacer publicidad, por lo que empezamos a relacionarnos un poco más”, comenzó diciendo.

“Esta relación comercial tenía sustento también en negocios diversos: aportaba capital para que un evento se pudiese desarrollar. Por ejemplo, en un evento equis a mí me faltaban 30 millones de pesos y esta persona decía que me los podía prestar (...) yo le decía ‘te doy 5 millones’ y así terminaba pagando 35. Un efecto de utilidad del negocio”, añadió.

Luego, precisó que este tipo de acuerdos “tienen que haber ocurrido unas tres o cuatro veces, no más que eso, en estos diez años que lo conocí”.

“Debo decir que actualmente mantengo una deuda pendiente con la víctima, la cual asciende a la suma de $45 millones en dinero, lo cual ocupé para un evento que tengo en septiembre de este año, con la instalación y el funcionamiento de una fonda. Además de la contratación de unos artistas y otras cosas”, explicó.

Asimismo, contó que “ese dinero José me lo facilitó en marzo y teníamos acordado el pago para después del 10 de octubre (...) puedo agregar que sentía que José me tenía harto cariño. Fue una persona muy cercana cuando tuve un problema con mi separación, siempre estuvo muy preocupado por mí, yo sentía eso”.

“Lo vi por última vez hace un mes. Nos juntamos en La Vaquita Sabrosa. Nos juntamos con una persona a la cual conozco como don Wilson, de quien no tengo el apellido. Él es el dueño del restaurante en el que nos juntamos”, complementó.

Finalmente, detalló que “la reunión la organizó José, con intención de poder darle a don Wilson un puesto en la fonda que estoy organizando. De hecho, completamos la acción, don Wilson me pagó un millón por concepto de reserva del espacio, porque se iba a colocar dentro de la fonda”.