El pasado 28 de junio, Ethan Guo despegó desde Punta Arenas rumbo a Ushuaia.

Todo seguía un proyecto histórico que relataba a través de redes sociales: convertirse en el piloto más joven en volar en solitario los siete continentes y recaudar un millón de dólares para luchar contra el cáncer.

Pero su ruta cambió abruptamente cuando aterrizó en la Base Teniente Rodolfo Marsh, en la Antártica chilena.

El desvío de 1.200 kilómetros lo dejó detenido, bajo supervisión y con una salida judicial que incluyó donar 30 mil dólares y la prohibición de volver a Chile por tres años.

Y ahora en conversación con LUN, Guo insistió en que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) le permitió modificar su plan de vuelo a raíz de las malas condiciones climáticas y aterrizar en el continente blanco.

La fiscalía sostiene lo contrario: que falseó su plan y puso en riesgo la seguridad aérea.

En ese escenario, y aún en la base, el joven relata que pasa el 90% del tiempo encerrado en su habitación, aislado y esperando noticias del proceso judicial.

“Lo que ocurrió el 28 de junio fue profundamente injusto. No entendí el sentido en el que me habían enmarcado en un proceso tan largo y pesado para enfrentar mi caso. Al principio, me asignaron un abogado del que nunca escuché más. Después me fue asignado otro abogado con el que no pude comunicarme. Todo fue muy abrumador para mí. En cualquier parte del mundo donde se cometa una infracción administrativa, debería seguir un proceso paralelo, sin tener que arruinar personas abrumadas. Si se me hubiera concedido ese proceso no estaría en la Antártica esperando poder volver a mi avión de regreso al continente”, dijo en la entrevista.

“Espero todavía esté en la DGAC, que fue lo que me autorizó. Ahora bien, los últimos días he podido hablar directamente con fiscales para expresar de manera honesta lo que ocurrió y explicar mi caso. Estoy esperando un resultado final”.

Pese a todo, asegura que ha sido tratado con amabilidad en la base chilena y que incluso el frío no ha sido un gran problema gracias al apoyo recibido.

“No tengo mucho que hacer, lo que hace sentir bastante aislado. En la base hablan inglés, pero debo decir que me han tratado con amabilidad. A pesar de lo injusto del proceso legal al que he visto sometido, tengo una buena impresión de Chile y su gente”, recalcó.

De ahí que Guo afirma que solo busca cerrar este capítulo y retomar su misión de recaudar un millón de dólares.

“Espero que me dejen regresar lo antes posible y restaurar mi cruzada, terminar la misión que comencé, con la esperanza de recaudar un millón de dólares para combatir el cáncer a nivel global. No he visto a mi familia en tres años, ya que también espero reunirme con ellos”, planteó. “He actuado de buena fe y con permisos. Por esa razón creo que Chile debería permitirme regresar a casa. Mi único objetivo ahora es cerrar este capítulo de mi vida y regresar en mi avión. Mi sueño de aviador sigue en pie y hasta que esté concluido, ya que mis acciones actuales son incompatibles con asuntos investigativos o judiciales”, finalizó.

Por su parte, su abogado recalca que actuó bajo autorización y en medio de una emergencia, esperando que se reconozca su buena fe y se ponga fin a todo este proceso.