Este martes 25 de febrero, Chile vivió un inédito megacorte de energía eléctrica que dejó a la mayoría de las regiones del país sin suministro.

La interrupción, que se produjo a las 15:16 horas, se originó por una falla en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la red que distribuye la electricidad desde Arica hasta Los Lagos, dejando a millones de personas sin luz, a excepción a quienes viven en las regiones de Aysén y Magallanes. Pero, ¿qué ocurrió exactamente y cómo funciona este sistema que conecta gran parte del país?

Para comprender la magnitud de este corte, es importante entender cómo se organiza la red eléctrica en Chile.

Desde 2017, el país cuenta con tres sistemas interconectados: el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que une las regiones de Arica a Los Lagos, y los sistemas separados de Aysén y Magallanes.

Previo a esa fecha, existían cuatro sistemas independientes, pero la fusión de los sistemas Central y Norte Grande permitió crear el actual SEN, un “camino de energía” que recorre Chile de norte a sur.

Las centrales generadoras de electricidad, ubicadas en diversas zonas del país, producen energía mediante distintas fuentes como termoeléctricas, hidroeléctricas, parques eólicos, geotérmicos, fotovoltaicos, entre otros.

Esta energía viaja a través de líneas de alta tensión (500.000 voltios) hasta llegar a las subestaciones, donde la electricidad es transformada para su distribución en las zonas urbanas. Así, finalmente, la energía llega a los consumidores mediante redes de media y baja tensión.

Origen del mega corte

El origen del corte de energía fue una desconexión en el sistema de transmisión de 500 kV, específicamente en la estación Nueva Pan de Azúcar - Polpaico, ubicada en la Región de Coquimbo, en el Norte Chico.

Según el Coordinador Eléctrico Nacional, la interrupción afectó a dos de los tres circuitos de esta “autopista eléctrica”. Aunque uno de los circuitos continuó operando con una carga de 1.800 megavatios (una cantidad de energía extremadamente alta), la falla provocó un colapso general en la red eléctrica.

Este fallo dejó a las regiones del norte, centro y parte del sur del país sin luz durante varias horas, con la caída del sistema de transmisión afectando a zonas clave del territorio.

La vulnerabilidad de esta infraestructura, especialmente por el alto voltaje que maneja, hizo que el corte se expandiera rápidamente por gran parte del país.

¿Por qué Aysén y Magallanes no se vieron afectadas?

Una de las grandes incógnitas de este megacorte fue la exclusión de las regiones de Aysén y Magallanes del apagón.

Esto se debe a que, como se mencionó, estas zonas no están conectadas al SEN, sino que funcionan con sistemas autónomos.

Desde la reforma energética de 2017, estas regiones permanecen desconectadas del resto del país, lo que les permitió seguir operando sin interrupciones durante la crisis.

Esta separación, explicada por la Comisión Nacional de Energía (CNE), se implementó con el fin de aprovechar las energías limpias de diversas zonas del país, garantizar la seguridad en el suministro eléctrico y reducir costos a largo plazo.

El propósito de la desconexión, según la CNE, fue ofrecer mayor seguridad al sistema, así como facilitar la entrada de nuevos actores al mercado energético y asegurar la conexión internacional con países vecinos. Aunque esta medida trajo beneficios para las regiones del sur, en este caso también les permitió mantenerse a salvo del impacto del megacorte.

Este evento de gran magnitud pone en evidencia la dependencia de Chile de un sistema energético centralizado, que, aunque cubre la mayoría de las regiones, aún tiene puntos débiles que pueden generar cortes masivos si se ven afectados por diversas circunstancias.