Seguramente ya la viste en el catálogo de Netflix. El caso Asunta es una nueva serie que estrenó la plataforma y que relata la trágica historia de una niña china que fue adoptada por un matrimonio español.

La menor tenía 12 años cuando desapareció y, al poco tiempo, encontraron su cadáver abandonado en el campo. El crimen sucedió en el año 2013 y son los que utilizó Netflix para recrear el caso que estremeció a España y el resto del mundo.

No obstante, está basada en hechos reales, por lo que algunos datos e identidades fueron omitidos.

Este es el relato de cómo sucedió el caso Asunta en la vida real.

Cómo fue el caso Asunta en la vida real

Si es que todavía no viste la serie, a continuación se revelarán detalles que podrían hacerte spoiler.

No todos los misterios del caso Asunta se resolvieron en la vida real. Pero todo parte con la adopción de una niña de China (que tenía un año en ese momento y se llamaba Fang Yong) que fue acogida por Alfonso Basterra y Rosario Porto, un matrimonio de buenos recursos de Santiago de Compostela.

La rebautizaron como Asunta y aparentaban ser una familia feliz. No obstante, la realidad era completamente distinta.

Según recopiló la BBC, Alfonso Basterra (el padre adoptivo) era periodista, mientras que Rosario Porto (la madre adoptiva) era abogada, además de hija del cónsul de Francia, que era muy reconocido en la ciudad.

No podían tener hijos biológicos, ya que la mujer padecía lupus eritematoso que arriesgaba a que tuviera un embarazo de alto riesgo. Fue por esto que decidieron adoptar, y así llegó a sus vidas Asunta Barrera, una niña inteligente que aprendía todo con rapidez y se destacaba por su disciplina.

Era muy querida por sus abuelos adoptivos, en el colegio le iba bien y tenía amigas. Y así, se suponía que estaba creciendo en un hogar afectuoso y con más privilegios que el promedio. No obstante, faltaba poco para que cumpliera 13 años cuando sus padres adoptivos denunciaron que había desaparecido.

Era una noche del 21 de septiembre de 2013. A las pocas horas de buscarla, encontraron su cuerpo en una carretera cerca de una zona de bosques. Su cuerpo estaba atado con cuerdas naranjas y no tenía indicios de abuso sexual. La autopsia reveló que falleció por asfixia y que tenía elevadas dosis de lorazepam en el cuerpo, una droga tranquilizante y ansiolítica.

Los padres, en un inicio desolados, colaboraron con lo que pudieron en la investigación. No obstante, los detectives empezaron a encontrar inconsistencias en sus testimonios y terminaron por declararlos como sospechosos.

Una de las pistas que los llevó a esta hipótesis era que en una de las propiedades que tenía la familia —y que estaba cerca del lugar donde encontraron el cadáver— había cuerdas de color naranja, muy similares a las que tenía Asunta en su cuerpo.

Las pruebas que incriminaron a los padres de Asunta

Rosario y Alfonso tenían distintas versiones sobre qué habían hecho el día que desapareció la niña. Las autoridades terminaron por detener a ambos para investigarlos.

Fue ahí cuando encontraron que la pareja estaba cargando con una serie de problemas. Ese año (2013), él descubrió que su esposa le estaba siendo infiel y estuvieron a punto de divorciarse. Fue así como el padre se fue a vivir a un departamento cerca de la casa donde vivían con Asunta.

Entonces, ocurrió un “extraño suceso”, donde un hombre enmascarado entró de noche a la pieza de la niña e intentó estrangularla. Rosario logró espantar al intruso, pero no presentó ninguna denuncia.

Después, la niña comenzó a mostrar somnolencia en clases y le reveló a su profesora que su mamá le daba unos “polvos” que la hacían dormir.

Cómo fue el día en que Asunta murió, según el juicio

Según se reconstruyó en el juicio donde se acusaba a los padres de la niña, la muerte de Asunta fue así.

La niña salió de su casa a las 13:55 al departamento de su padre. Allí, almorzó con Alfonso y Rosario. Después volvió sola a la casa de su madre. Varias horas después, Rosario ingresó a la vivienda, tomó el auto, subió a Asunta y se dirigió a la segunda propiedad, donde aparecieron las cuerdas.

Rosario aseguró que había dejado a la niña en casa. No obstante, las cámaras de seguridad captaron a Asunta en el vehículo. Una vez en la segunda propiedad, la mujer nuevamente salió en el auto, pero no se veía a Asunta. Ya en la noche, Alfonso y Rosario denunciaron la desaparición de su hija.

Fue así cómo el 30 de octubre, el jurado declaró a ambos culpables por el homicidio de Asunta. Según especificaron, la mujer asfixió a la niña con la confabulación de su marido. Cada uno recibió una condena de 18 años de cárcel.

Pese a ello, nadie sabe qué fue lo que motivó a que asesinaran a su hija.

Rosario Porto se suicidó en prisión en 2020 y Alfonso Basterra continúa cumpliendo su condena hasta 2031. El hombre envió una carta al productor de la serie de Netflix y aseguró ser inocente: “Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña, nunca antes”, escribió.