La pandemia aceleró en Chile y el mundo una tendencia que ya era una realidad en algunos de los países más desarrollados, como Suecia o Japón. "Vamos hacia un mundo de transacciones sin dinero en efectivo, ya que cada vez más se utilizan los medios de pago electrónicos", asegura Tomás Flores, director del MBA de la Universidad Bernardo O'Higgins.

Desde su perspectiva como ex subsecretario de Economía, el docente tiene más que claro que "en la actualidad es imprescindible que en el almacén de barrio exista la posibilidad de poder pagar con alguna tarjeta, ya sea de débito o de crédito, además de la billetera móvil y permitir las transacciones por internet".

En esa misma línea, detalla que en la actualidad en el país "hay redes como Transbank y multicajas que permiten el uso de diversos medios de pago electrónicos".

Encuesta

Sin embargo, el economista también es claro en que el comerciante debe adoptar estas nuevas tendencias con los pies bien puestos en la tierra, para lo cual "es muy importante hacer una encuesta a los clientes del almacén a fin de detectar qué medios de pago pudiesen ser los más utilizados. Es que si bien existen aplicaciones más sofisticadas, lo más relevante es detectar si esos medios serían o no utilizados por los clientes habituales".

Respecto de qué requerimientos técnicos o tecnológicos básicos debe cumplir un almacén para implementar estos nuevos sistemas de pago, Flores plantea que en realidad "en la medida que exista acceso a red de telefonía celular, es posible obtener una solución tecnológica sencilla de instalar".

El académico de la UBO no duda en la necesidad de que los almaceneros del país vayan incorporando gradual, pero crecientemente, estas nuevas formas de pago en su negocio.

"Debe realizarlo de todas maneras, ya que no implica una gran inversión y, además, un creciente porcentaje de los clientes desearán realizar la transacción de manera electrónica", asegura.

Por último el ex subsecretario señala que es probable que el vendedor pierda compradores al no contar con estos nuevos implementos de pago. Lo peor para el almacenero es perder la venta porque el cliente le dice que no tiene efectivo para pagar y se tenga que ir a otro almacén", finaliza.