La teja colonial es un material muy estético, con pigmentos de aspecto natural para mayor durabilidad. A través del tiempo, este tradicional estilo ha sido perfeccionado con la tecnología más moderna. Por eso, es muy importante que la madera utilizada para armar un techo de este tipo sea de muy buena calidad, estabilidad, durabilidad y resistencia.

Antes de la colocación de tejas, se debe instalar el aislante sobre la cubierta con clavos o corchetes. Estos deben llegar a los menos a 5 cm del borde del tejado. Cuando se llegue al final del techo, se debe recortar el sobrante para alinearlo con el borde. Luego se vuelve hacia arriba para colocar en la parte siguiente el aislante, asegurándose de que la nueva capa quede traslapada unos centímetros con la ya existente.

Se recomienda la instalación de listones para techumbres con mucha pendiente. Estos son normalmente madera, pero a veces también metal o plástico, de 1 x 2 pulgadas, que se colocan horizontalmente sobre el tejado.

Tras eso se colocan las tejas, que pueden colocarse en dos posiciones diferentes, con su concavidad hacia arriba, para que pueda recibir a las que deben superponerse.

Cada una de ellas, que forman una hilera, se fija a los listones de apoyo (cuando hay mucha pendiente) mediante clavos, usando para ello uno de los dos orificios en ambos bordes de la teja.

Cuando ya están listas las hileras de tejas canal (tejas colocadas con su curvatura hacia abajo), se cubre el espacio abierto que queda entre ellas, para lo cual se utilizan las mimas tejas, pero colocadas con su curvatura hacia arriba, y su diámetro menor hacia la parte superior.