Para muchos la primavera significa felicidad, alegría y hasta el corazón les palpita más fuerte con la llegada de un nuevo amor. Pero para otros, con la estación de las flores su ánimo se va a las pailas, amanecen bajoneados y dejan la ventana abierta pa' que la depresión se los coma con zapatos y calcetines.

Claro, porque este sentimiento de tristeza y melancolía recibe el nombre de Trastorno Afectivo Estacional, referido a los cambios de temporada que hay durante el año. Y con la llegada de una nueva estación, se genera un cortocircuito importante en el estado de ánimo de las personas que se encuentran más vulnerables y con la sensibilidad a flor de piel.

Según Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, "se espera que durante esta estación del año todo sea alegría, placer, entusiasmo, desarrollo social y afectivo. El problema es que la persona no se siente capaz de responder a estas expectativas y decae su ánimo".

El especialista asegura que se reconoce a una persona con Trastorno Afectivo Estacional si en los dos últimos años presentó lo siguiente:

1

Cambios en su estado anímico.

2

Síntomas de depresión.

3

Alteración en el tuto.

4

Desmotivación.

5

Desgano.

6

Apatía, con menos autoestima.

7

Frustración.

8

Desánimo.

9

Aburrimiento.

10

Fatiga.

11

En algunos casos dolores físicos.

12

Aumento o pérdida del apetito.