Los corazones de los hinchas de Colo Colo, Unión Española y Universidad de Chile latirán más fuerte que nunca mañana debido a la ansiedad, a partir de las 17:30, cuando sus equipos lo entreguen todo para cumplir el sueño de gritar "¡campeón!".

Mientras sus once guerreros estén en la cancha, los fanáticos se transformarán en un atado de nervios y ansiedad, sensaciones que no sólo se vibrarán a la hora de los pleitos, si no que se han palpado durante toda la semana, con mayor intensidad mientras se acerca la hora final.

Como ocurre en estas definiciones que se juegan en varias canchas, los hinchas no sólo sufrirán por su equipo, ya que estarán con los ojos, el alma y los tímpanos puestos en lo que hagan los rivales.

Y esto sin tomar en cuenta el bullying al que se expondrán los que salgan derrotados de esta batalla deportiva.

Para analizar la bomba de tiempo que hay dentro de las cabezas de los forofos albos, hispanos y azules, conversamos con el psicólogo deportivo, Felipe Fuenzalida, quien analizó las jugadas igual que un entrenador.

"La ansiedad aparece cuando uno tiene expectativas referentes a un fenómeno. Lo complejo de esto, es que el éxito depende de otros, y al depender de otros, la persona no tiene el control. La paradoja es que el triunfo es mío, pero no depende de mí".

Claves para combatir la ansiedad

- ¿Cuál es la clave para no pasarlo mal y estar con el estómago apretado con algo que la gente ama, como es el fútbol?

-Entender la situación como un hito específico, y no que es un fracaso total. Acá es importante como el fanático se fideliza con el club. La conexión no está dada por los resultados, sino que por un vínculo emocional estable y sostenido en el tiempo.

El mejor ejemplo es el de los hinchas de la "U", que pasaron 25 años sin ser campeones.

- En caso de que los resultados esperados no se concreten, ¿cómo salir de ese foso anímico, más cuando el bullying está presente?

-Es la regla del juego con la cual estamos conviviendo en nuestra sociedad. Somos bastante buenos para mofarnos cuando el otro no alcanza un objetivo, pero también tiene que ver con los límites que uno pone. Lo peor es entenderlo como un ataque personal.

Los cracks también sufren. Aunque los hinchas la pasan mal, los que de verdad se juegan cosas importantes en su carrera son los futbolistas. Fuenzalida lo tiene claro.

"Lo más importante es pasarlo bien. Una final no siempre se juega, puede ser que nunca más se repita en su historia personal. Jugar la final es una instancia única, que también hay que disfrutarla".