La movida tecnológica está tan arraigada entre la juventud que un grupo de estudiantes secundarios, que encuentran prehistórico al chat y al fotolog, hizo su propio robot.

El "arturito" chileno, al que sólo le falta fumar como loco y jugar sudoku, participará en un pulento concurso gringo conocido como el "Mundial de Robótica", que se desarrollará en Atlanta durante abril próximo.

Los cabros, provenientes de distintos colegios municipales y particulares de Santiago, están muy entusiasmados con el proyecto, y trabajan a toda máquina para terminar a tiempo al competitivo autómata.

César Díaz, profe de computación que dirige el cocido, está muy orgulloso del equipo que se armó, porque todos los chiquillos involucrados en la construcción del ente cibernético lo hacen por amor a la tecnología y sacrificando sus vacaciones.

"Ingresaron 80 jóvenes al proyecto, de los cuales quedan 38," comentó Díaz, quien labura codo a codo con los 12 muchachos encargados de la fabricación del robot criollo. Los demás integrantes del grupete cumplen labores de marketing, administración y logística.

VIL DINERO

Pese al entusiasmo de los participantes, la futurista iniciativa está algo corta de morlacos. Sólo la fabricación y diseño del aparatito, de 1,54 metro de altura y 54 kilos de peso, salió cerca de 12.000 dólares. Este dinero fue aportado por la Universidad Andrés Bello, que invitó a los lolos a participar del evento supersónico.

Pero los chiquillos no tienen ni uno para acompañar a la maquinita a su viaje por Estados Unidos, por lo que están en campaña para juntar las monedas y echarse al pollo apoyando al mecanismo regalón.

"La idea es que algunas empresas nos apoyen económicamente en este desafío", pidió el profe Díaz, quien quiere dejar al robot lleno de menciones publicitarias, como auto de Fórmula 1.

Francisca Cifuentes (17) es la única mujer del grupo de constructores, y haciendo gala de su sensibilidad femenina abordó un ángulo insospechado del problema financiero.

"No hay que olvidar que el robot es chileno. Si no lo acompañamos se va a sentir solo, porque es muy tímido. Capaz que llegando allá se amurre y no vaya al concurso", sentenció la precavida señorita.

ANÓNIMO

El metálico protagonista de la historia aún no tiene nombre, pero entre las posibilidades cuentan "Trauco", "Chupacabras" y "Chilean's Heart". La decisión no ha sido fácil, sobre todo porque el nombre grupal del equipo, "Corazón de Chileno", no fue del gusto de la mayoría.

COLEGAS

Anonimocs, el robot N.N., competirá con cerca de 300 colegas provenientes de todo el mundo, y en sólo 2,5 minutos deberá tomar una pelota de cinco kilos, sortear un circuito de pruebas y dejar la esfera en su lugar de origen.

Afortunadamente las pequeñas medidas anatómicas y el peso de nuestro representante no lo harán víctima de la discriminación del primer mundo, porque los tamaños fueron establecidos como un requisito del certamen, evento organizado por la NASA y la empresa First.

Pedro Pablo Robledo