Una escalofriante historia de ambición, locura y sangre llegó a su fin este lunes después que el único implicado en el cuádruple homicidio de Rengo fue encontrado muerto en el baño de su celda, en el penal de Rancagua.

Jaime Ibáñez Romero, quien se habría colgado usando unos cordones y los pedazos de tela que bordeaban una frazada, debía enfrentar este martes el juicio en su contra por el asesinato de sus suegros y sus dos cuñadas.

A pesar de que ya han pasado casi tres años desde el brutal homicidio de la familia Piombino hasta ahora el imputado no había enfrentado la justicia, pues en tres ocasiones anteriores alegó que no tenía confianza en su defensor y logró suspender el inicio del proceso.

"Es lamentable para la familia de las víctimas que esto termine de esta manera", señaló el fiscal Regional de O'Higgins, Luis Toledo Ríos, quien reveló que tras la declaración de 40 testigos y otras pruebas contundentes el Ministerio Público buscaba conseguir el presidio perpetuo calificado.

La herencia de la tragedia

La asesora del hogar de la familia Piombino fue testigo y sobreviviente de aquel trágico 31 de agosto del 2014. Fue ella quien reveló a la justicia que vio como Ibáñez disparaba tres veces a una de las víctimas.

Este testimonio, más tarde, permitió la detención del sospechoso acusado de las muertes del agricultor Salvatore Piombino (86); su ex esposa Senta Wachholtz (83), y las hijas del matrimonio, Patrizia (55) y Carla (53).

Según la testigo cuatro meses antes de los crímenes, el sospechoso habría amenazado con matar a sus suegros y cuñadas porque habrían dejado a su mujer, Tatiana, fuera de la herencia familiar.

Dentro de la investigación se determinó también que en diciembre de 2010, el imputado contactó a un hombre a quien le ofreció 10 palos para matar a sus suegros, pero este no quiso cooperar.

Otro de las pruebas que implicaban a Ibáñez en los asesinatos es una conversación telefónica del 2 de septiembre del 2011. En ella, el hombre reconoce a una mujer que él es el homicida. "Fui yo, yo nomás. Yo no soy así. No dejes solas a mis niñas, por favor. Prométemelo".