"Antes muerta que sencilla". Ese es el lema de Helhue Sukni, la "abogada de los narcos", que no destiñó en su formalización por conducir hablando por teléfono y circular sin la patente de su pirulo auto de 45 palos.

La mujer se sintió como una verdadera artista en las afueras del Centro de Justicia, donde la esperaba una tropa de ágiles de la prensa para captar sus deslenguadas y singulares declaraciones de los hechos ocurridos en la tarde del miércoles.

Apenas llegó a su audiencia, la Helhue hizo saber a la magistrada que se sentía malena con el cuento y alegó que ella nunca quiso evadir el TAG, es más reveló que paga entre 15 y 17 lucas mensuales por la gracia.

Explicó que tenía el BMW desde el primero de octubre, pero que había estado guardado harto rato y que por falta de tiempo andaba con las placas de la patente en la maletera del auto y no las había ido a instalar.

Aseguró que el funcionario aprehensor había faltado a la verdad y que por eso iba a dar la pelea. A su salida del Centro de Justicia, adelantó que si alguien quería saber acerca de la injusticia de la que había sido víctima, tendría que pagar.