"La Abuelita Skater" es la nueva sensación en Iquique. La extrema y jugada nonita llamada Raquel Cortés (71), pasea junto a su esposo por la Avenida del Mar, afirmada de la silla eléctrica donde va sentado su macho, pero moviéndose con la soltura de una chica de 18 arriba de una patineta.

El acontecimiento agarró vuelo gracias al registro de Oscar Villalobos quien la grabó con su celular y subió a las redes sociales la singular escena.

El compadrito paseaba junto a su familia en el Parque de Las Banderas, en Playa Brava, cuando en eso ve a la abuelita arriba de la tabla deslizándose con la soltura de Tony Hawk, "por lo que no lo dude dos veces, tomé mi celular y grabé un acto maravilloso de amor de una pareja que al parecer lleva mucho tiempo junta", largó Villalobos.

El compadrito ni que fuera pitonizo le atinó medio a medio, ya que Raquel Cortés "La Abuelita Skater", le soltó en exclusiva al diario pop que lleva más de 50 años con Mario Santander (85), su marido.

"Somos muy unidos y gozamos la vida hasta donde nos den las fuerzas. Mario no es inválido, lo que pasa es que tiene una serie de problemas y un cáncer a la próstata y se cansaba mucho al caminar, así que decidió recorrer su querida ciudad arriba de la silla eléctrica y cómo siempre andamos juntos, me encaramé arriba de un skate para acompañarlo", patinó Raquel.

Se paró a la primera

"La Abuelita Skater" nació con condiciones innatas para la patineta, ya que el 1 de enero se subió por primera vez a la tabla que le construyó su nieto y no se bajó más.

"Me afirmé bien en la silla y me equilibré de lo más bien, nunca me resbalé, ni me caí ni nada. Además con la tabla me ahorro de andar caminando al lado de la silla eléctrica", lanzó Raquel.

Lo mejor del recorrido por la costanera, que se pega con su marido día por medio, son los bocinazos y saludos de la gente que los llenan de cariño.

"Cuando paso por el sector del Skate Park en Playa Brava, los muchachos me aplauden, silban y me dicen que soy de la vieja escuela, todo con mucho respeto", infló el pecho la abuelita.

Por el momento no se atreve a realizar piruetas, a pesar de los intentos de los muchachos por enseñarle.

"Me conformo de recorrer la playa junto a mi marido escuchando Ray Conniff en nuestra radio a pila".