¿Habrá una segunda visita Papal durante el Pontificado de Francisco? Parece estar trabajando para eso: Una reconciliación. ¿Le alcanzará el tiempo para reparar el daño causado por su propia iglesia? Porque -para decirlo con todas sus letras- lo vivido a inicios de 2018, fue un "papelón".

El Papa argentino nunca había ido a su país natal -reclamaban los trasandinos- y, sin embargo, a mediados de enero sí pisaba suelo chileno. Pero ocurría lo impensado: Poca gente, apatía e indignación. La Iglesia Católica en nuestro país, se había caído a pedazos.

Y no ha sido la falta de fe... Fueron los abusos, las violaciones de niños, la complicidad y el encubrimiento. Y que no se diga que para Francisco los nombres de Fernando Karadima o Juan Barros eran desconocidos. Fue advertido. Hoy dice que fue malinformado... pues entonces, veremos si esa "mala comunicación" le cuesta el puesto a alguien. Le advirtieron al Papa que Juan Barros fue cercano a Karadima y cuando recibió las denuncias, rompió los papeles. Pero, no creyó nada, hasta ahora.

Hay un antiguo dicho que dice: "No rompas el silencio sino sólo para mejorarlo". Frente a los reclamos de los laicos de Osorno, el Papa reaccionó con un enojo inusitado: "Osorno sufre por tonta". Y no: ni tontos ni zurdos. En realidad, ni un pelo de tontos. Simplemente, Francisco había hecho oídos sordos a las advertencias y prefirió pensar que eran calumnias, mientras en Chile se cuentan décadas: Sí, décadas de abusos de sacerdotes y seminaristas.

¿Dónde está Ricardo Harex? Un estudiante de cuarto medio de Punta Arenas, cuyo rastro se perdió hace 17 años. Las sospechas apuntaban a un sacerdote salesiano, uno de los nombres más oscuros de la iglesia católica chilena: Rimsky Rojas. Pero él guardó silencio y se suicidó en Valdivia.

Los años han transcurrido en Chile entre silencios, documentos destruídos o guardados bajo 7 llaves, mientras la prescripción dejaba sin castigo a demasiados curas. Y ahora lo sabemos. ¿Por qué? ¿Qué hacía, mientras tanto, la Justicia chilena?, pregunto. ¿No son acaso "Delitos de Acción Penal Pública" los abusos contra menores de edad? ¿Por qué sólo hoy, un Fiscal se atreve a allanar oficinas de los tribunales eclesiásticos en Rancagua y Santiago para incautar la información que tan sigilosamente guardan sobre abusos contra niños? ¿Y el resto de Chile, en qué está?

¿Dónde estaban los obispos? Trasladando de un lugar a otro a los abusadores. Guardando silencio. Eso les recriminó el propio Papa. Por eso, tuvieron que presentar sus renuncias. Alejandro Goic se excusa: dice que no es detective.

Y mientras tanto, los niños abusados seguían y siguen esperando justicia. Hasta ahora, muy pocos -como Karadima- terminaron en tribunales. Aunque sin cárcel, beneficiado por la prescripción. ¿Quién puso a los sacerdotes por sobre la Ley? ¿O el que se esconde detrás de una sotana y viola a un niño, no es delincuente?¿Hasta cuándo?

Pero, finalmente, Francisco parece haber entendido. Ya ha removido a 3 obispos. Y serán más. Los enviados del Papa, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, tienen varias misiones: Escuchar, pedir perdón, buscar reconciliación, limpiar el camino y abrir una oficina vaticana para recibir denuncias de abusos aquí en Chile.

Quiero terminar con una frase muy coloquial -les pido disculpas- pero que refleja muy bien lo que viene: El encargado de esa oficina de denuncias tendrá "más trabajo que mecánico de los transformers". Y Amén.