Gary Martínez (18) dice que un día antes del partido le hizo una manda a "San Bielsa". El cabro del Instituto Nacional prometió lucir la guata con la tricolor y dar la vuelta olímpica al colegio si ganaba Chile aunque se le entumecieran los compañones. ¡Cumplió!

"El martes con unos compañeros hasta nos pegamos una gateada implorándole un triunfo. Incluso prendimos unas velitas. Así que me da lo mismo el frío", largó ayer el cabro más prendido que tele de conserje, quien cursa el Cuarto K en ese establecimiento.

"El Gary", que tiene como máximo ídolo al "Pitbull", obvio, llegó tempranito al Instituto Nacional y se pintó la guata. Luego junto a otros trescientos pingüinos sedientos de triunfo, varios cargados con las insoportables vuvuzelas, copó el casino del emblemático cole para apoyar a Chile en pantalla gigante.

El institutano de Puente Alto, que quiere estudiar licenciatura en matemáticas, enloqueció tras el encuentro de la Locademia. Primero le pidió a sus compañeros que le hicieran un manteo arriba de una bandera, la que no se rajó sólo porque Diosito es grande y luego, para rematarla, se sacó los tolompas y dio la vuelta olímpica por el patio del colegio alzando la copa mundial, ante la mirada complaciente de los profes que también celebraban afanados.

"Yo caché que es típico que la gente se pinte la cara, toque la corneta o se ponga gorros. Pero pintarse la guata y quedar en boxer es diferente", se quebró como un pizarreño.

Otros cabros siguieron su ejemplo, pero "El Gary" les bajó el perfil. En todo caso, para la mocha con Suiza quiere que sus compañeros le sigan la corriente.