Crónica

Andrés Baile no tiene un pelo... ¡de tonto!

Andrés Baile disfruta de los beneficios de ser una persona conocida y al mismo tiempo debe soportar a los imbéciles de siempre, que se sienten con el derecho de molestarlo por el simple hecho de carecer de pelo en la cabeza.

Nos contó que nunca falta el gil que le grita en la calle “pelao culi...” sin provocación alguna, pero el resbalín de piojos tiene el cuero duro y no se amilana.

A los 15 años ya le quedaba poca gente en el estadio, porque tenía más entradas que el Nacional y desde entonces asumió su condición capilar, pero no es el caso de otros que se acomplejan.

El origen de su nuevo negocio nació de la necesidad que vio en otras cabezas de rodilla de disimular su calvicie con algún producto que pase piola.

Junto con su amigote y alopésico socio Gustavo Ebensperger, descubrió que en Inglaterra fabrican un producto natural con una variedad de algodón llamado Moroccan Gossypium Herbaceum, que se aplica como talco sobre la calva.

Las fibras de la planta tienen una carga eléctrica negativa y el cabello humano una carga positiva, por eso ambas se adhieren por fuerza electromagnética y no se necesita pegamento artificial.

La gracia de "Capillus" es que engruesa el folículo y lo alarga de forma que de un pelito nace un tremendo cabello, que junto a otros más le devuelve la antigua apariencia al cabeza de bola de billar.

“Empezamos hace unos seis meses con las pruebas y recién este fin de semana comenzamos a vender. Es un producto 100% natural sin contraindicaciones, pero eso sí, en las personas que somos pelados-pelados no funciona mucho porque se adhiere al pelo que ya tienes”, confesó el opinólogo, que tampoco tiene pelos en la lengua.

El valor del invento es de 10 lucas el frasco, que a un pelado promedio le dura alrededor de dos meses y está en siete tonalidades de cabello.

“Somos los únicos representantes en Chile del producto que se vende mucho en EE.UU. y México”, se quebró el huevo duro.

Hasta ahora la única forma de comprarlo es a través de la página donde los interesados pueden pedir que se lo manden a domicilio e incluso a regiones.

El aeropuerto de moscas agregó que con la cuestión sus clientes no pasarán vergüenz, porque no se destiñe con agua de la lluvia ni con sudor. Para sacárselo tampoco es necesario un champú especial, sino que basta con meter la cabeza bajo la ducha y listo.

El tiempo que toma echarse el producto en la calva depende de la experiencia del alopésico, pero un experto no demorará más de quince segundos.

Asegura que las mujeres con poco pelo también lo pueden usar para aumentar el volumen de su peinado y evitar que se les vea el hoyo... de la cabeza.

Hace un par de días que el melón con flecos comenzó a promocionar el Capillus en Tuitter y sapeó que algunos famosos ya han reservado unos frascos, porque los injertos de pelo son súper caros.

Por último, el pelequén pasó el dato de que varias estrellas de Hollywood usan productos similares como el Doc House, Al Pacino, la Mona Chita y Kin Kong.

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