La computación hace rato que dejó de ser un lujo y cada vez más personas se integran a ella.

Incluso gente con movilidad reducida o con ceguera es capaz de cachetearse con el compu gracias a un lote de soluciones pensadas para ellos.

Es el caso de Anita María Valenzuela, una joven de 21 años de la comuna de Peñalolén, quien tomó un cursete para aprender computación, a pesar de que es ciega de nacimiento.

"Veo sólo un poquito por un ojo, pero tomé el curso para aprender", dijo la joven al diario pop.

El ramo lo imparte el Centro Tecnológico Inprodep con el programa NVDA, un software libre que mediante un emulador de voz indica el contenido de las ventanas y funciona a través de comandos de teclado.

Gracias al proyecto "Barrio Digital" de la comuna capitalina, Ana María se puede capacitar.

"Me da un poco de risa la voz del programa porque es un poco robótica, pero de a poco uno se acostumbra", contó la lolita.

- ¿Y con lo que aprendes acá después puedes trabajar?

- Claro. Con los conocimientos una puede desempeñarse en un call center, por ejemplo. Es cosa de ponerle este software y uno puede trabajar al mismo tiempo con el computador y el teléfono.

- ¿Y te gusta la computación?

- Sí, mucho. Me encanta navegar en Internet y también chatear. Es muy entretenido.

- ¿Sin el curso te hubiera costado usar la tecnología?

- Claro. Por eso quise hacerlo y estoy muy contenta.

Bufalini Australis