Con pura creatividad y pocas lucas el comando del candidato presidencial ñurdo, Jorge Arrate, se encargó de armar una parafernálica puesta en escena afuera del Servicio Electoral (Servel) capitalino, en calle Esmeralda.

Una hora después que firmara el candidato de la derecha, el presidenciable  rogelio ingresó al Servel para llenar la papeleta que lo deja en la pelea del sillón presidencial. Luego de chantar su rúbrica, Arrate dijo que "hemos cumplido (...) que íbamos a estar en esta inscripción y en el voto el 13 de diciembre".

Luego juró de abdomen sobre una tachuela recién afilada que él es "la opción distinta, alternativa, frente a esos tres candidatos liberales. Nosotros tenemos otras prioridades como la nacionalización del agua, la reforma a la Constitución y el restablecimiento de un sistema de educación pública, nacional, igualitario y libre".

Como no tenía un escenario armado, el candidato de izquierda se asomó al balcón del Servel, en el tercer piso, para discursear a los cerca de 200 adherentes que le avivaban la cueca, tal como lo hizo la fallecida Gladys Marín en sus tiempos de candidata a La Moneda.

"Me he subido al balcón de la democracia para rendir homenaje a la compañera Gladys Marín. Y para recordar otro balcón que ya no existe y en el que hace 39 años tuvimos el privilegio de escuchar al Presidente Salvador Allende", lo que desató los aplausos de la gallada.

Luego bajó a saludar a la barra que moja la camiseta por su opción.