Un total de 11 personas resultaron detenidas durante la madrugada de ayer en Temuco, sospechosas de participar en el crimen de Werner Luchsinger y su esposa Vivianne Mackay, quienes murieron calcinados en su hogar en un incendio intencional.

El golpe policial, que podría dar un vuelco a la investigación, fue llevado a cabo por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, y coordinada por el fiscal regional Cristian Paredes.

El operativo se realizó en distintos puntos de Temuco y Vilcún, donde ocurrió el atentado, y culminó con 20 domicilios allanados y sin mayores incidentes.

Según indicó el prefecto inspector de la PDI de la Araucanía, José Luis López, "estábamos obligados a dar una respuesta, ya que el encarcelamiento de Celestino Córdova (el único detenido en el caso) como autor no era suficiente, se necesitaba saber quién más había participado".

Declaración clave

Durante la tarde, en el juzgado de garantía de Temuco, se conoció que la detención de las 11 personas fue posible gracias a la declaración voluntaria realizada por uno de los imputados, quien en octubre de 2015, agobiado por el cargo de conciencia, reconoció su participación en el hecho.

El fiscal Paredes relató que el formalizado le indicó que "queríamos quemar, pero yo no quería que los viejitos murieran".

La versión entregada por el imputado fue confirmada por un peritaje georeferencial a celulares que portaban esa noche.

Finalmente, se determinó que 10 de los 11 imputados quedaran con prisión preventiva, mientras que la persona que prestó colaboración quedó con arresto domiciliario total.

Querella

El ministro del Interior, Jorge Burgos, informó que el gobierno presentará querellas contra los detenidos bajo la carátula de incendio con resultado de muerte de carácter terrorista.“Siempre es bueno que respecto de delitos de esta magnitud no haya impunidad”, indicó el secretario de Estado.

Por su parte, familiares de los detenidos acusaron violencia y chantaje en la detención de los imputados.