Dos patos malos más carita de nalga que Jadue con sus estados de Whatsapp llegaron hasta una casa en la comuna de Maipú para realizar un particular portonazo.

Cache que los malandras, que se fondearon en una calle vecina hasta que el matrimonio llegó al hogar a eso de las 21 horas, no esperaron ni que el dueño de casa, Hernán Huenchumil (31), sacara las llaves para abrir el portón cuando le saltaron encima.

Antes que pudiera reaccionar, y con un lenguaje coloquial, del estilo: pasa las llaves CTM..., los delincuentes se acercaron al atemorizado padre de familia que lo único que atinó a decir fue que alguien pensara en los niños.

Su angustiada súplica se debía a que los delincuentes andaban tan apurados que no repararon que, en el interior del auto, un Station Wagon, marca Ssangyong, estaba la mujer y sus dos hijos, de uno y cinco añitos.

Nerviosos

Con armas punzantes comenzó un tenso diálogo que terminó con los patos malos accediendo al pedido de Hernán.

''Mi señora le decía a uno de ellos que se ubicara, que estaban los niños. Ahí, él (el delincuente) le dijo que se bajara y que sacara todas las bolsas del supermercado que teníamos en el interior'', confesó el afectado.

La terrible situación que vivieron los dejó tiritones y Huenchumil agradeció al Pulento que no pasara a mayores.

''Imagínate la carga emocional, mis hijos lloraban en ese momento. Pero se notaban muy nerviosos, fueron súper violentos. Menos mal no nos hicieron nada. Aparte no sabían dónde estaban parados los tipos. Si tomaron la camioneta y se quedaron ahí un rato, sin partir'', relató.

Ese instante de duda hizo que el dueño de casa avisara rápidamente a sus vecinos del portonazo en su hogar en Las Achileas y ellos al toque avisaron a Carabineros.

Barsas

Pero la cosa no terminó ahí, porque, según contó el afectado, los patudos asaltantes tuvieron hasta la desfachatez de explicar, entre medio del nerviosismo, por qué andaban ¡choreando!

''Además, entre todos los improperios, llegan y dicen que lo iban a usar para algo puntual, que seguro era otro robo, y que luego lo íbamos a encontrar en cualquier otro lugar'', confesó.

Hernán, que vive en ese lugar hace tres años, contó que en el barrio no es la primera vez que sufren de portonazos: ''Ya dos vecinos han sufrido lo mismo''.

En tanto, los malandras al parecer tenían el manso plan para usar el auto, que está avaluado en 16 palos, porque hasta el cierre de esta edición aún no aparecía  y estaba con encargo nacional.