Un estudiante de Bibliotecología de del Centro de Formación Técnica de la Unviersidad Tecnológica Metropoitana (Utem) fue asesinado cerca de las 23.30, luego de ser asaltado para quitar la mochila que portaba, la que defendió con su vida, puesto que en su interior llevaba su tésis de titulación, su concentración de notas así como el preciado informe de práctica, que le permitiría acceder a su título.

El hecho se registró en las afueras del campus San Joaquín, de la Universidad Católica, donde Rubén Paillamán Maldonado, de 30 años de edad, había terminado su prácica y salió junto a una compañera con quien caminaba por Vicuña Mackenna, a la altura del paradero 7. En ese lugar fueron asaltados por dos malandras, acto que Paillamán resistió, siendo apulañado en dos ocasiones.

El subcomisario de la Policía De Investigaciones (PDI), Randolph Verdugo, indicó que a la víctima "le sustrajeron las especies que portaba, y posteriormente la misma persona que lo acompañaba, dio aviso a personal médico, quienes constataron el fallecimiento de la persona en el lugar".

El infortunado joven defendió con su vida la mochila, en cuyo interior portaba su concentración de notas, el informe de práctica y parte importante del material que conformaría su tesis de titulación, de la ya llevaba 80 páginas listas, luego que ya había terminado su carrera.

"LO VOY A ENCONTRAR YO"

Su padre, Benedicto Paillamán, consternado ante la noticia por la muerte de su hijo único, manifestó que buscaría al autor de la muerte de su hijo, agregando que "no creo en la justicia".

Sobre lo que pasó, dijo que su hijo "salió un poquito más tarde, salió con una compañera, les avisaron que estaban asaltando, y se pasan a la otra vereda, donde sin darse cuenta los encerraron y seguramente forcejeó para defender su trabajo de todos estos años".

El hombre agregó que (en el interior de la mochila) "tenía todos sus cuadernos, sus libros, sus notas y era lo que estaba haciendo el informe. Creo que fue el motivo por el que defendió sus cosas y eso le costó la vida", dijo.

Al ser consultado sobre qué le diría al malandra que asesinó a su hijo, dijo "que lo voy a encontrar; que lo voy a encontrar yo. No creo en la justicia. Se lo dije al fiscal en su cara", dijo el hombre, quien trabaja como conductor del Transchantete, en cuya condición debe lidiar diariamente con patos malos.