La respuesta definitiva al porqué el vendedor de antigüedades Óscar López Rodríguez (39) asesinó y decapitó a dos clientes en Lolol, en la Región de O’Higgins, sólo podrá ser encontrada con la “autopsia sicológica” encargada por la Fiscalía de Santa Cruz al OS-9 de Carabineros.

“El objetivo de todo esto es establecer el estado sicológico de esta persona al momento de cometer los crímenes, saber cuál era su situación mental cuando ocurrieron los asesinatos”, explicó el mayor Luis Fres, quien está a cargo de la diligencia policial.

“De esta manera queda establecida la verdad jurídica de lo que ocurrió, no  quedan cosas en el tintero al archivar la causa”, detalló el uniformado, quien no puede dejar ningún cabo suelto para que la fiscal Carmen Gloria Agurto cierre la investigación.

Si bien la información de que López estaba más loco que una cabra prácticamente no tiene discusión (ver recuadro),  los uniformados deben realizar este procedimiento porque al comerciante no hay cómo preguntarle, luego que fuera abatido tras su segundo homicidio.

Estas pericias, indicó Fres, permitirían al Ministerio Público descartar cualquier otra arista que explique los ataques, como por ejemplo, homicidios por intereses económicos o asesinatos encargados por terceras personas.

“En primer lugar, estamos entrevistando a las personas que tuvieron contacto directo con él”, sostuvo el oficial verde, quien debe hacer una radiografía del loco sobre la base de la información que poseen quiénes lo conocieron.

Además de las conversaciones con familiares, vecinos y toda la gente que haya interactuado con López, también se desarrolla un análisis documental, donde se buscan cosas que haya escrito o dibujado el vendedor de antigüedades y se estudia su contenido.

Sin embargo hasta el momento, precisó el OS-9, no se ha hallado ninguna creación del asesino.

Asimismo, se debe evaluar cualquier escrito que López haya leído, por si arroja alguna luz sobre la inspiración que tuvo para sus aberraciones y su obsesión por cortar cabezas.

Finalmente, como parte de las indagaciones de este procedimiento para sacarle el rollo a la oscura mente del “Monstruo de Lolol”, se recopilan todos los antecedentes clínicos que posea el homicida, incluso de su juventud e infancia, aunque hasta ahora no se han ubicado diagnósticos médicos sobre su locura.

Lo bueno, dentro de la tragedia, es que la investigación del OS-9 aleja cada vez más la posibilidad de que López haya matado a otras personas.