Crónica

Atención, féminas: las 10 cosas que matan las pasiones de tu tarzán

El mito dice que los hombres piensan en sexo cada 7 minutos y que pasan la vida con su muchachín listo para la guerra, pero los expertos han llegado a la conclusión que como lo señaló ese gran filósofo chileno, Eduardo Vargas, "son puras falacias".

La verdad es que ellos también tienen su corazoncito, necesitan el estímulo que les despierte el semental que llevan dentro y, de vez en cuando, alguna señal que les indique que son la mejor opción que tiene su love.

Es más, según el doc Christian Huidobro, urólogo de la Clínica Las Condes los varones también sufren de repentinos dolores de cabeza o sueño fulminante  que los deja en dos segundos fuera de juego. Esto podría tener un origen en dramas hormonales, sicológicos y afectivos.

Pero, si hablamos de un chiquillo sanito  y que va por la vida desprovisto de atados, pero que de pronto y en medio de un encuentro que promete ser de aquellos guatea. Chicas hay algo que nosotras estamos haciendo mal.

LaCuarta.com consultó con sus people más fiel y avezada en la materia y elaboró un decálogo de las cosas que pueden matar la pasión del más candente de los machos de este planeta. Tomen nota.

1

El olor a flores de una primavera anterior

Este es, por lejos, el mayor asesino de las pasiones. Los hombres reclaman que no hay nada peor que bajar a buscar berros y encontrarse con una brígida sequía. El olor a ala es otro de los que no goza de popularidad, pero el aroma que tiene menos convocatoria que la marcha peruana, es la alitosis.

Ojo que dentro de este rechazo no se encuentra la tan apetecida fragancia del sexo femenino fresco. Ese es, según nuestros próceres más destacados en el ámbito, un estimulante para el amor.

2

Los chitecos de museo o jetones

Nuestros manes confiesan que si justo cuando están entrando en calor aparece un carpaless, estilo 1920, no logran parar ni las pestañas. Por eso, recomiendan que si la pasión te pilló volando bajo y no andas como para desfile de lencería, sácate el adefesio de encima antes que algún pobre cristiano lo vea. El trauma podría ser irreversible.

3

Las piernas y el ala de Chewbacca no se lleva

Está claro que la naturaleza nos vistió con vellos en casi todo el cuerpo para protegernos, pero la verdad es que hace rato que en muchos sectores ya no son necesarios o de frentón son feazos. Ellos alegan que es bien poco estimulador que las piernas de su damisela se confundan con las de ellos o que, en medio de una erótica posición que requiera brazos arriba, aparezca el mato grosso.

4

Las momias modernas

Por rica, rica que sea la fémina en cuestión, si ésta tiene menos movimiento que el Chiqui Chavarría, la cosa no anda. Nadie pretende que se lleven toda la pega, explican los cabros, pero una "shakira" de vez en cuando, pucha que ayuda a la lujuria.

5

La hacendosa o la farala esclava de su teléfono

Si la dama en cuestión está preocupada de todo menos del acto amatorio, el cuento empieza a guatear. Un importante número de nuestros entrevistados coincidió en que hay mujeres con una obsesión enfermiza por mover los cojines o la ropa de cama de un lado para otro.

Pero, las homicidas del erotismo "number one" son las cabras que no dejan de mirar su estado en redes sociales y que de puro apretadas no chantan un: "Estoy tirando".

6

La Bob Esponja

Más atrás en las nominaciones al Oscar como las peores amantes se encuentran las evas que juran que curadas se manejan mejor o que el trago las puede ayudar a desplegar su sensualidad. Está bien una copita para entrar en onda, pero más dobladas que churro resultan poco atractivas. Además, "si la señorita o señora necesita borrarse para estar con uno, es mejor darse la vuelta y no pegarse ni la desgastada, pues el amor está lleno de peces de ambos géneros", aseguran nuestros dioses del placer.

7

Las lloronas

¡No es broma! Muchos varones juran a pies juntitos que tras un sudor de pecho la compañera les ha estallado en llanto de la nada. "Dan ganas de salir corriendo porque uno no será un Adonis, pero tampoco se está tan mal como para provocar tal nivel de angustia". Por eso cuando se trata de minas jugosas, la recomendación de ellos es clarita: "Compañeros, apretencue".

8

Los gases indiscretos

¡Ay! Cuando una fémina sufre el escape de un indiscreto gas pueden ocurrir dos cosas que dependerán del nivel de conexión que tenga la pareja. Puede significar sólo un ataque de risa que interrumpirá el acto amatorio durante un par de segundo o el guateo absoluto del cuento y una mujer con ganas de cambiar de nombre, país y hasta planeta.

9

Las que no quieren mostrar nada

"Es que estoy tan gorda", "se me ve la guata", "¿Estoy flaca?". Todas estas frases en la piscina, en una conversa en el auto o en cualquier lugar pasan. Sin embargo, en medio de una sesión amorosa nica. Matan la concentración y de paso las ganas. Nuestros distinguidos colaboradores elaboraron un mensajes dirigidos a las mujeres: "Si estamos con ellas, aunque sea un touch and go, es porque nos gustan o algo causan en nosotros ¿Qué les pasa?".

10

Las papas fritas y las sobreactuadas

Todo hombre quiere sentir que causa emociones viscerales en su compañera y que es capaz de volverla orate, pero… eso de la locura es un decir. Los varones de este terruño confiesan que no soportan una mujer que suena más que papas fritas o que sobreactúa en mala y en vez de usar palabras cochinonas, salen con garabatos de grueso calibre. ¡Eso no es sexy, es matador!

Bonus Track

El regalito que dejaron los chicos que participaron en esta sesuda investigación no mata pasiones, las enciende. Según ellos una mujer que se limita y que le cuesta vivir su sexualidad es una gran pérdida para este mundo. Muchas féminas tratan de mostrarse más frías y poco creativas para no pasar por recorrida o poco serías. El mensaje acá es que "el hombre que no es capaz de disfrutar de una mujer candente es un machista que teme perder el control de la situación y ver su ego disminuido. Son ellas las que deben escapar de estos".

Lo último

Lo más leído