Ivo Basay cacha que su salida de O'Higgins lo dejó como el forro frente a la fanaticada celeste, por lo que mañana se van a acordar de toda su familia en El Teniente cuando regrese a dirigir en la banca del Colo.

Por eso ya se está mandando a comprar un casco. Y no porque Albert Acevedo vaya a jugar el partido, sino que sabe que le esperará un infierno en Rancagua.

"No me cabe la menor duda que no va a ser un ambiente grato. No espero que me griten a favor. Pero bueno, es parte de la responsabilidad que tenemos que asumir por lo que pasó", tiró el ex pepero albo, quien a pesar de haber salido por la puerta de atrás de O'Higgins, reconoció que no tiene ninguna mala onda con sus dirigentes ni con los hinchas.

Pero a pesar de tanta mala onda, Basay cacha que el temita no da como para que quede la mansaca como en el Monumental el domingo pasado.

"La molestia es porque me vine a Colo Colo y no por eso se van a organizar hechos delictivos", tiró bajándole el pelo a tanto rumor carbonero. Y respecto al ingreo de chascones a la cancha, ni se urgió. "Si se mete alguien, bueno, se meterá. No es lo que me preocupa", aseguró piola.

En lo pelotero, no confirmó la presencia de Pancho Prieto por Juan Castillo, pero todo indica que el yorugua no se salva del raspacachos.

MARÍN CACHA LA MALA ONDA

El orgullo de los hinchas celestes está herido por la salida de Basay porque, según ellos, dejó botado el plantel a mitad de año, y el golero tiene claro que esta es una buena opción para chantar una sonrisa en el caracho de los rancagüinos.

"Siempre es especial cuando viene Colo Colo y queremos darle una alegría a la gente. De seguro la recepción no va a ser buena, pero nosotros debemos preocuparnos de ganar y nada más", comentó.